¡Hola a tod@s y buenas noches!
Aquí estoy de nuevo dispuesta a traeros una muy dulce tentación... Porque, ¿quién puede resistirse a mordisquear una suave galletita de mantequilla? Y ya si lleva glasa aromatizada con naranja... ¿quién podría decir: No?
Estamos ya a un pasito de la Navidad y en esta época de reuniones y celebraciones, son much@s l@s que gustan de agasajar a familiares y amigos con repostería casera, porque el toque personal es mucho más cálido y directo y lo que es mejor, la sonrisa y el agradecimiento de los tuyos es el premio al tiempo y el esfuerzo invertidos en la cocina.
Son tantos y tantos los dulces típicos de estas fiestas, que casi toca a receta por familia. Y aunque creo que no hay nada como las recetas tradicionales de nuestro país, yo voy a ser fiel a la línea de este blog y me voy a decantar por esas pequeñas delicias que nos llegan a través del Atlántico, bien desde los Estados Unidos o bien desde las Islas Británicas, ambas, fuentes de inspiración de la Repostería Creativa.
Así que os voy a presentar mi humilde aportación a la causa... Unas galletas de mantequilla con las formas más representativas de esta fiestas.
No voy a mentir, las galletas son unos dulces muy laboriosos en los que hay que invertir bastante tiempo, l@s que ya las habéis preparado, sabéis de lo que estoy hablando. Pero como todo en este mundo reposteril, tiene su recompensa. Suelen ser del agrado de todo el mundo, son muy lucidas y a pesar de la infinidad de recetas que podemos encontrar, es raro que alguna no salga bien, poniendo atención en la elaboración de la masa y conociendo bien la temperatura de nuestro horno, el éxito está asegurado.
¿Pasamos a su elaboración? ¡Ahí vamos!
INGREDIENTES:
225 gr. de mantequilla a temperatura ambiente.
150 gr. de azúcar glass.
1 huevo M.
1 cucharadita y media de extracto ( yo usé el de naranja de Nielsen Massey).
400 gr. de harina de todo uso.
Glasa Real.
Colorantes al gusto (para las galletas siempre los uso en pasta, los colores resultan más vivos).
ELABORACIÓN:
La elaboración es la misma que la de las galletas de Jengibre que publiqué en este post. Podéis leerlo si no lo habéis hecho ya y así no repetimos contenidos.
ELABORACIÓN DE LA GLASA:
Este punto, lo dejé pendiente de publicar en el post que os señalé más arriba, así que aprovecho la ocasión y os cuento cómo la elaboro yo.
Ingredientes:
4 claras y media de huevo (podéis usarlas pasteurizadas).
Media cucharadita colmada de Cremor Tártaro. (No es imprescindible, si no lo tenéis no pasa nada).
200 gr. de azúcar glass por cada clara de huevo.
Colorantes.
Tamizamos el azúcar glass y reservamos.
Añadimos el Cremor a las claras y lo batimos ligeramente con un tenedor.
A continuación, añadimos aproximadamente 1/3 del azúcar glass a cucharadas y batimos a velocidad lo más baja posible. La consistencia de la masa irá cambiando.
Añadimos el extracto, si podéis, utilizad uno que sea incoloro, para que no os cambie el color de la glasa.
Continuaremos batiendo, mientras, el aspecto de la glasa volverá a cambiar y se volverá brillante y muy blanca.
Seguiremos batiendo hasta que la glasa tenga una consistencia firme, que será la necesaria para el delineado de las galletas. El truco que se suele utilizar para saber el punto exacto de la glasa de delineado, es poner un poquito dentro de una boquilla y en una superficie plana, cruzar dos pequeñas líneas. Si no se funden entre si, ésa es la consistencia deseada.
Para lograr la consistencia del relleno, iremos añadiendo cucharaditas de agua y batiremos durante 1 min. Cuando al levantar la batidora, la glasa que caiga de la misma se funda con el resto de la que tenemos en el bol en un tiempo de 5 seg. habremos conseguido el punto adecuado.
Es en este momento cuando añadiremos el colorante elegido. Si vais a utilizar varios colores, debéis repartir tanto la glasa del delineado, como la del relleno, en tantas porciones como colores vayamos a usar. Es decir, dos porciones por color, una por cada consistencia.
Y ya podéis pasar a la parte más divertida y creativa, que es la de la decoración de las galletas, pudiendo decorar un mismo modelo de galleta de tanta formas como vuestra imaginación os permita.
Estoy segura de que much@s de vosotr@s ya tendréis experiencia en la decoración de galletas con glasa y conseguiréis resultados espectaculares. Yo, de momento, he preferido utilizar cortadores pequeños pero espero adquirirlos más grandotes a medida que le vaya "cogiendo el punto" a esta técnica bastante básica, pero muy laboriosa.
Y hasta aquí la entrada de hoy. Tengo en mente un montón de nuevas recetas de dulces en la cabeza. Pero ésa ya es otra historia y tendrá que esperar al siguiente post.
Hasta ese momento, sed felices y como suelo recomendar... ¡encended el horno!
Un besito,