Aviso a navegantes: El post de hoy no es un post normal. No. Más que un post será una especie de recomendación-bloguera-con-plagio-incluído-y- sesión-de-fotos-eso-sí-extensa-como-acostumbro-a-publicar.
Ya sé, se os ha quedado cara de ésto: ¿..?
Pero no os preocupéis por mi salud mental, no se me ha ido la pinza, os lo explico todo en un santiamén.
Resulta que hace unos días, llegó a mis ojos una preciosidad de Bizcocho Cebra o Zebra Cake, (para l@s aventajados en términos culinarios anglosajones).
Como digo, este Bizcocho Cebra era un señor Bizcocho Cebra. Y no es que yo sea una entendida en bizcochos rayados, ¡válgame dios! Noo. Es que me enamoré de él. Amor a primera vista. Éso fué.
Es posible que a estas alturas os pique la curiosidad... Quizás, os estaréis preguntando: ¿Dónde ha visto semejante hermosura de bizcocho? Incluso, puede que algun@ de vosotr@s esté gritando para sus adentros: ¡Quiero ver ese bizcocho! ¡No me lo quiero perder!
Tranquil@s tod@s. También os traigo la solución para este "enigma". El bizcocho en cuestión, lo podéis ver en el estupendo Blog Pastélite, exactamente en este post pero quiero advertiros también de que en ese Pequeño Universo de Fantasía Reposteril encontraréis a la mejor de las anfitrionas. Su nombre, +María Pastélite , y yo en vuestro lugar, no dejaría escapar la oportunidad de entablar "amistad bloguera" con ella, porque os aseguro que todo serán satisfacciones.
Esta linda y risueña muchacha, ha hecho de su Blog una auténtica referencia semanal para mi. Tiene un gusto exquisito, no sólo para la elección y elaboración de sus dulces, sino también para su presentación "en sociedad" y no hay entrada que publique que no me arranque al menos, un buen par de carcajadas. Tiene chispa, tiene ingenio, es encantadora y auténtica. Lo dicho, yo no me la perdería. Ni a ella ni a sus Very Important Pastelitos... ¡Pastélite!... os dije que es ingeniosa, ¿no es un título genial?
Por supuesto, las fotos que estáis viendo, son la prueba de mi plagio.
Si, no me avergüenza confesar que le he copiado la receta, me la he agenciado y hoy la presento aquí no sin cierto pudor, porque una copia siempre será una copia y bien cierto es éso de que "nada como el original". Pero algo puedo alegar en mi defensa, y es que, además de haberle pedido permiso a la autora para publicar mi humilde copia, soy una sensible enamorada del Zebra Cake de María y ésta es mi forma de rendirle tributo a mi amor bizcochero... jeje
Así que, si algun@ de vosotr@s también ha sentido las flechas del Amor con este bizcocho, y no puede reprimir la dulce tentación de intentar reproducir la receta, podéis seguirla con todo lujo de detalles en Pastélite.
¡No os arrepentiréis!
¡Un besito para tod@s y feliz semana!
+A Revolta