Después de varios años yendo al gimnasio, he llegado a varias conclusiones. Una, que el deporte te ayuda y mucho a tener un bienestar tanto físico como mental, cosas ambas que se traducen en tu forma de verte (autoestima) y por supuesto en tu salud física. Y otra de las conclusiones a las que he llegado es que te ayuda a socializarte y a conocer a gente diferente de tu círculo habitual. Ahora es cuando estáis alucinando y empezáis a dudar si os habéis metido en un blog de deporte y salud o realmente estáis en el mio. Jaja, pero veréis como acabo conectando todo esto con el bizcocho de cebra.
Todo esto venía a santo de que tanto es así lo que os acabo de contar,que en el gimnasio casi siempre acabamos intercambiando charlas, risas e incluso alguna que otra receta. Y justamente la receta que os traigo hoy, me la dio Fernanda, una de mis compis del gimnasio y como argentina que es, portadora de muchos dulces conocimientos. Porque como ya he comentado en alguna otra entrada, en Argentina saben y mucho de hacer buena repostería. Me están dando ganas de hablar también de sus famosísimos asados, pero ahora sí, tienes que cambiar de blog porque en este de momento solo puedes encontrar ricas recetas de repostería :-).
Este bizcocho,lo puedes hacer tanto para desayunar, para una merienda o para un cumpleaños por lo vistoso y original que es. Te diré que es muy sencillo de elaborar, la única complicación, aunque realmente no lo es, viene a la hora de distribuir la masa para conseguir que queden los círculos más o menos simétricos y del mismo grosor. Cuando decido hacer una receta que requiere cierta técnica por muy sencilla que parezca a simple vista, siempre trato de leer muchas recetas hechas por otras personas y de ver vídeos en you tube para hacerme una idea global de cómo hacerla y leer además trucos y consejos de la mano de personas que ya han elaborado la receta con anterioridad. Y esta vez, llegué a la conclusión de que a la hora de alternar las dos masas en el molde, lo más lógico es empezar por verter más cantidad de cada masa, ya que los círculos exteriores del bizcocho son los más grandes, e ir reduciéndolo a medida que los círculos se acercan al centro del molde. De esta manera, quedarán más simétricos y proporcionados.
INGREDIENTES: (para un molde de 23 cm.)
5 huevos
300 gr. de harina
250 gr. de azúcar
175 gr. de aceite
1 cucharadita de extracto de vainilla
200 gr. de nata (crema de leche) líquida
1 sobre de levadura tipo Royal
3 cucharadas de cacao en polvo Valor
ELABORACIÓN:
Precalentamos el horno a 170º C.
Batimos los huevos con el azúcar hasta que hayan blanquedado y doblado su volumen.
Añadimos la leche, el aceite y la vainilla hasta que se incorporen a la mezcla pero sin batir demasiado ya que el bizcocho quedaría aceitoso.
Reservar 3 cucharadas de harina y tamizar el resto sobre la mezcla anterior junto con la levadura.Batimos hasta que se incorporen todos los ingredientes pero sin batir nuevamente demasiado ya que esta vez, se formarían muchas burbujas de aire.
Dividimos la mezcla en dos partes iguales. A una de ellas le añadiremos el cacao en polvo mezclando bien y a la otra, las tres cucharadas de harina que habíamos reservado. De esta manera, ambas masas adquieren la misma consistencia.
Ahora viene la parte más delicada de la receta, que como dije antes, se trata de ir alternando una masa con otra empezando por echar 6 cucharadas de una de las masas justo en el centro del molde y sin esperar a que esta se expanda, añadir otras 6 cucharadas de la otra masa justo en el centro de la masa anterior. Vamos reduciendo el número de cucharadas a medida que los círculos se acercan al centro del molde.
Con cuidado de no mover mucho el molde para que no se mezclen los círculos, introducimos en el horno durante aproximadamente 40 minutos o hasta que al pinchar justo en el centro con un palillo, éste salga totalmente limpio.
Dejar enfriar en el molde sobre una rejilla durante 10 minutos. Desmoldamos y dejamos que se enfríe completamente sobre la rejilla.
ALGUNAS OBSERVACIONES:
Hay un momento mágico a la hora de cortar el primer trozo de este bizcocho para ver cómo han quedado dibujados los círculos en el interior. Expectación absoluta!