La receta de estas deliciosas galletas la descubrí en el blog de “Lucía”, desde aquí le doy las gracias porque son deliciosas! Las de Lucía van cubiertas de glasa, yo no les he puesto para “aligerarlas” un poco y porque quedan perfectas de dulzor.
Ingredientes: (para 30 galletas aproximadamente)
225 grs. mantequilla
140 grs. azúcar glass
1 yema de huevo
1 cucharada de zumo de limón
280 grs. harina de repostería
2 cucharadas de hojas de té de jazmín
Pizca de sal
Instrucciones:
Ponemos la mantequilla ablandada en un bol junto al azúcar glass.
La trabajamos con una cuchara de madera hasta que se integren y esté cremosa la mezcla.
Le añadimos el zumo de limón y la yema, seguimos batiendo.
A continuación la harina tamizada y poco a poco.
Por último las hojas de té de jazmín desmenuzadas pequeñitas, las integramos bien.
Estas son las flores secas de jazmín:
Dividimos la masa en dos partes y hacemos dos rulos que envolveremos en film de cocina.
Los dejamos reposar en el congelador durante una hora.
Preparamos las bandejas del horno forrándolas de papel sulfurizado ó sil-pak, yo las he horneado en 3 tandas.
Vamos precalentado el horno a 190 grados.
Extenderemos la masa entre dos láminas de film para que no se pegue al rodillo ni a la mesa, porque la masa es bastante pegajosa, y la dejaremos de un grosor de medio centímetro.
Formaremos las galletas con un cortapastas.
Las pondremos con cuidado sobre la bandeja del horno y separadas porque se extienden al hornearse, yo he puesto un máximo de 12 galletas por bandeja.
Hornearemos durante unos 10 minutos ó hasta que veamos los bordes doraditos.
Retiramos y dejamos enfriar sobre rejilla.
Endurecerán al enfriarse y quedan crujientes y riquísimas (el olor que impregna la casa cuando se hornean es una maravilla!).