Con grandes propiedades nutricionales y alto contenido en proteínas. Ricos en fibra, vitaminas del grupo B, minerales como el magnesio, hierro, fósforo, potasio, calcio y cinc.
Por lo tanto, un alimento de lo más recomendable para nuestra salud, si no se añaden al plato excesos de grasas.
1/2 Kg de garbanzos
3 chorizos frescos
1 hueso de jamón
2 zanahorias
1/2 repollo
1 pimiento rojo
1 cebolla
1 puerro
2 hojas de laurel
3 cucharadas de sofrito de tomate casero
Aceite de oliva
Sal
Elaboración:Poner en remojo los garbanzos la víspera y dejarlos toda la noche.
Pelar y trocear el puerro, la cebolla y las zanahorias. Lavar y cortar a trozos el pimiento rojo.
En una olla poner agua caliente poner los garbanzos a cocer, con el hueso de jamón, el laurel, la cebolla, el puerro y las zanahorias. Sazonar. Cuando empiece a hervir, bajar el fuego a lento
A media cocción, añadir el repollo cortado a trozos grande y el pimiento rojo cortado. Espumar de vez en cuando.
Si se ven muy caldosos los garbanzos, sacar caldo y guardar para poder hacer una sopa para la noche.
Cocer a parte los chorizos en un cazo y pincharlos ligeramente para que suelten la grasa. Una vez cocidos, cortar en rodajas.
Cuando ya estén casi blandos los garbanzos, añadir el sofrito de tomate y el chorizo. Remover con cuidado de no deshacer los garbanzos.
A la hora de servir, sacar el laurel y el hueso de jamón.
Servir caliente.
Cocinillas, a coger la cuchara, que ya apetecen platos así.
¡Buen provecho!
¡Bon profit!
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