Agua de la fuente ......cántaros a cargar la recia agua que ablandaba los garbanzos de un puchero o un potaje preparado lentamente al calor de la lumbre.
De aquella fuente llenaba mi madre el pesado cántaro de agua en El Palo, a pocos pasos de nuestra casa en Calle La Bara, concretamente el número 20. Agua que tenía que ir acarreando cada día, agua que ablandaban las legumbres, con la que cocinaba mi madre sus platos; el agua de aquella fuente....
Esta entrada de hoy en Mi cocina, una vez más, es un homenaje a mi madre, a la mujer excepcional, dulce, maravillosa que fue mi madre; un homenaje igualmente a mis dos abuelas, Maria del Carmen y Antonia?.y para todas aquellas mujeres malagueñas, aquellas personas que fueron niñas de la guerra y la posguerra, heroínas anónimas de la vida cotidiana, pasando hambre, penurias, necesidades y miedo.
Mujeres siempre a la sombra de padres, maridos e hijos, trabajadoras incansables, insufribles, capaces de llevar una familia adelante con pocos o casi ningún recurso económico, fantásticas cocineras, madres e hijas abnegadas, maestras de vida.
Mujeres que por sí solas no hicieron historia, pero como generación marcaron una dura época; aquellas mujeres, como mi madre y mis abuelas, a quienes les tocó vivir una etapa de la vida sin lavadoras, frigoríficos, planchas eléctricas, etc?. e incluso sin agua corriente en sus hogares.
Me contaban mis mayores lo complicado y difícil que era conseguir alimentos en aquellos tiempos; no había primer plato, segundo plato y postre, no había para elegir, plato único y lo que la falta de suministros les permitía cocinar.
En ése papel de plato único, los potajes y pucheros con legumbres, donde quizás los garbanzos tenían especial protagonismo, eran los más socorridos, con grandes ventajas: llenaban, alimentaban y se podían comer de un día para otro.
El popular y humilde garbanzo, resulta que dentro de su correoso pellejo se refugian unos excipientes de gran valor, no sólo alimentan, sino que su ingestión produce sensación de bienestar y calma; hace pocos años, los científicos descubrieron que los garbanzos producen serotonina, que es la hormona causante de la felicidad (el aminoácido del garbanzo que produce la segregación de la serotonina, es el mismo que se emplea para producir antidepresivos).
Seguramente esto ya lo intuían nuestros antepasados, que a pesar del hambre, de la necesidad, de las penurias?..eran felices.
Y yo soy feliz preparando y disfrutando de éste delicioso potaje de garbanzos con chorizo malagueño?.
¿Cómo lo hice?
Ingredientes:
Medio kilo de garbanzos blancos lechosos (aunque puede servir cualquier tipo de garbanzo), un tomate grande maduro, medio pimiento rojo, una cebolla blanca, una cabeza de ajo, dos o tres pimientos chiles (pimientos secos pequeños picantes), cinco granos de pimienta negra, cinco clavos de olor, medio vaso de aceite de oliva virgen extra, tres o cuatro hojas de laurel, sal, tres chorizos, una cucharada sopera de manteca "colorá", una cucharada de colorante alimentario (suelo usar un sobre de El Aeroplano) y tres litros de agua.
La manteca colorada se puede comprar en cualquier supermercado.
Los chorizos de carne de cerdo y que sean frescos (a ser posible de Málaga).
El dia anterior echar los garbanzos en remojo en agua con dos cucharadas soperas de sal.
Los pasos a seguir:
Escurrir y enjuagar bien los garbanzos.
Quitar el máximo de la piel a la cabeza de ajos y asarla directamente en el fuego (incluso si se tiene vitrocerámica).
Llenar una cacerola con agua, echar los garbanzos, el tomate (cortado por la mitad y sin piel), el pimiento (quitándole las semillas), la cebolla cortada por la mitad y la cabeza de ajo asada.
Llevar a ebullición y espumerear las veces que sea necesario.
Agregar el aceite, la manteca, la pimienta negra, los clavos de olor, el colorante alimentario y cocer a fuego lento durante una hora aproximadamente.
Probar los garbanzos, si aún no están tiernos, dejar hervir hasta que estén blandos; si fuese necesario añadir más agua, que ésta esté caliente.
Salar al gusto, añadir las hojas de laurel, los pimientitos chiles y los chorizos troceados, dejar unos minutos?.y listos para disfrutar.
Consejo: Si gustan pueden añadir diez minutos antes de retirar la olla del fuego, patata troceadas, cascadas. Así engordará el caldo y el potaje ganará en consistencia.
¡¡ Buen provecho !!