Hoy lo haremos gracias a reto de Bake the world, que este mes nos proponían preparar unos grisines, famosos en Turín y conocidos en todo el mundo como producto italiano.
Su nacimiento se remonta a 1679, cuando el panadero de la corte Antonio Brunero, bajo las indicaciones del médico Theobald Pecchio, inventó este tipo de pan, para el futuro rey ,Vittorio Amedeo II), quien no podía digerir la parte blanda del pan.
El médico había padecido la misma enfermedad, por lo que asesoró al cocinero para conseguir un pan con poca miga y crujiente.
Como veréis es un pan muy sencillo y que podemos aromatizar con hierbas, semillas...
Ingredientes:
250 g de harina de trigo
150 ml de agua
25 ml de aceite de oliva virgen
5 g. de levadrua fresca
5 g. de sal
5 g. de ajo en polvo (opcional)
semillas de amapola (opcional)
Hechamos la harina en un bowl, con la sal y el ajo en polvo. Hacemos un agujero en el centro a modo de volcán para añadir el agua y la levadura*. Mezclamos un poco y añadimos el aceite.
Mezclamos hasta conseguir que se integre todo y dejamos reposar en un bowl, tapado con film o un trapo húmedo, durante una hora.
Una vez haya levado, sacamos la masa a la encimera o mesa de trabajo, quitamos un poco el aire y formamos unos cilindros. Los pintamos con un poco de aceite y si quisiéramos, sería el momento de añadir semillas, hierbas...Cubrimos con film, y dejamos reposar 40 min.
Precalentamos el horno a 180º, calor arriba y abajo.
Formamos un rectángulo con cada cilindro y vamos cortando tiras de 1 cm de ancho, aproximadamente.
Cogemos del centro y vamos estirando hacia los extremos.
Colocamos cada grisine sobre una bandeja de horno, con papel de hornear.*
Horneamos durante unos 15-20 min, hasta que veáis que están dorados.
Nota:
- La levadura podéis deshacerla antes en el agua, o desmigarla sobre la harina.
- Para hornear, también podéis usar una bandeja para pizza, quedarán más crujientes y con un dorado más uniforme.