El antojo de hoy es mi versión del archiconocido y delicioso guacamole mexicano. Aclaro que mi receta lleva más cilantro de lo habitual —me encanta su aroma—, en vez de usar chiles serranos o jalapeños he optado por el pimiento morrón verde y un poco de guindilla. Tampoco he usado el molcajete (mortero) para triturar los aguacates, los he aplastado con el tenedor. Por lo tanto, aunque puedo decir que esta salsa de aguacate es esencialmente un guacamole, no puedo afirmar que es el tradicional mexicano. Si no son tan fanáticos del cilantro como yo, pueden disminuir la cantidad de éste en la receta, con una cucharada será suficiente.
Hacer un rico guacamole no tiene ninguna complicación, simplemente debemos usar aguacates maduros que no estén pasados. Si la fruta no está bien madura o, por el contrario, está muy pasada, la salsa tendrá un sabor desagradable; básicamente todo depende de la calidad de los aguacates. No recomiendo preparar el guacamole con muchas horas de antelación, el aguacate tiende a oxidarse fácilmente, y pese a que el limón ralentiza la oxidación, resulta más apetecible comer una salsa fresca y con buena pinta.
Ahora sólo nos queda alistar los nachos o las tortillas para disfrutar con esta deliciosa salsa ¡Manos a la obra!
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Ingredientes:
1 ½ cucharadas de cebolla morada finamente picada
1½ cucharadas de pimiento morrón verde (ají o pimentón verde) finamente picado
1-2 cucharadas de cilantro picado
1-2 centímetros de guindilla o ají picante finamente picado (opcional)
3 cucharadas de zumo de limón (yo usé el amarillo, si utilizan el verde agreguen la mitad del zumo)
2 aguacates medianos maduros (500 gramos aprox. con cáscara y semilla)
Sal y pimienta al gusto
Preparación:
Colocamos en un tazón todas las verduras picadas y las regamos con 2 cucharadas de zumo de limón. Cortamos los aguacates en mitades, retiramos las semillas y extraemos toda la pulpa. Reservamos una de las semillas. Aplastamos rápidamente los aguacates con un tenedor, hacemos una especie de puré, lo dejamos tan fino a grueso como queramos. Mezclamos el puré con las verduras picadas y sazonamos con sal y pimienta al gusto. Probamos el guacamole y si hace falta añadimos más zumo limón. Yo adicioné otra cucharada de zumo, pero esto es al gusto, depende del grado de acidez que quieran en la salsa. A mí me gusta que se note el limón. Servimos el guacamole y a disfrutar!!!
Nota: si no van a servir el guacamole inmediatamente después de prepararlo, pueden colocar una semilla de aguacate en el centro de la salsa y cubrir con papel film toda la superficie de la misma para que no se oxide por la acción del aire. Conservar en refrigeración hasta el momento de servir.
Para mí el guacamole es el dip más sano y fresco que hay. Una maravilla!!!
¡Hasta pronto!