Un sancocho es una sopa que tiene de todo un poco. Se hace a partir de la cocción en agua de una mezcla diversa de carnes, hortalizas, verduras y tubérculos. Hay versiones que, además de todo lo anterior, incluyen alguna legumbre, aunque en la mayoría de variantes que conozco la proteína animal es el elemento principal que da sabor y un nombre distintivo a la preparación. Si la sopa combina tres tipos de carne (res, cerdo, pollo), es un sancocho trifásico; si tiene gallina, se denomina sancocho de gallina; y así con el resto de animales. Creo que el sancocho de guandú o guandules es el único que toma el nombre de la legumbre que contiene a pesar de que en su preparación se agrega algún tipo de carne.
En Colombia se acostumbra a tomar el sancocho como plato único (con todos sus aditamentos) en el almuerzo de cualquier día de la semana. Da igual que se viva en la montaña o en la costa, y que haga frío o calor, siempre hay cabida para una sopa sustanciosa. Y si bien es un plato enmarcado en la cotidianidad de las comidas del país, también está presente en momentos más especiales de celebración y esparcimiento. Es preparado con esmero en muchos festejos populares con la intención de ayudar a reconfortar el cuerpo y el alma de los invitados tras la ingesta de alcohol. Asimismo, es común ver a familias portando una olla grande, durante paseos o salidas campestres, para cocinar un suculento sancocho en fuego de leña a la orilla de un río.
Hoy propongo una versión vegana del tradicional sancocho, tal y como he comentado con anterioridad, estoy disminuyendo el consumo de carne y por ello he decido veganizar algunas de mis comidas preferidas. Con esta preparación me preocupaba que la ausencia de carne y huesos provocara que la sopa tuviera un sabor plano y sin gracia; pero con las especias utilizadas conseguí un gusto y olor aproximado al sancocho de costilla.
Antes de seguir con la receta, recomiendo que no hagan cortes lisos en las patatas (p. ej. cortarlas en cubos), hay que trocearlas realizando cortes desgarrados con el filo del cuchillo, de esa forma saldrá la fécula que dará espesor a la sopa. El sancocho ha quedado riquísimo, no duden en probarlo si desean disfrutar con una comida vegana, completa y reconfortante. Los invito a visitar mi blog>>> Los Antojos de Clara. Recuerden que me pueden encontrar en Facebook y en Instagram.
Ingredientes para 6 personas:
250 gramos de lentejas
3 litros de agua (quizá haya que agregar un poco más)
700 gramos de patatas troceadas irregularmente (chascadas o cascadas)
2 mazorcas de maíz frescas cortadas en 5 o 4 partes
1 rama de apio finamente picada
2 zanahorias medianas cortadas en cubitos
La mitad de un puerro grande finamente picado (la parte clara)
1 pimiento italiano grande finamente picado (ají verde dulce)
4 dientes de ajo triturados
1 cucharada de sal
1 cucharadita de comino
1 cucharadita de cúrcuma
8 unidades de pimienta de olor o de Jamaica (esta pimienta no es picante)
Una pizca de pimienta recién molida
4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
350 de calabaza (ahuyama) cortada en dados de 3 cm
25 gramos de cilantro (6 ramitas aprox.)
Preparación:
Comenzamos lavando muy bien las lentejas en un colador. Seguidamente, vertemos 3 litros de agua en una olla grande, adicionamos las patatas, el maíz y las lentejas (también agregué un trozo de la parte verde del puerro, pero esto es opcional), y llevamos a ebullición a fuego alto. En cuanto el agua empiece a hervir, bajamos un poco la temperatura y dejamos cocinar, sin tapar, por 30 minutos a fuego medio-alto. Durante ese tiempo retiramos la espuma o las impurezas que salen a flote por la cocción y removemos varias veces para que la patata vaya soltando su fécula.
Pasados los primeros 30 minutos, echamos los vegetales picados (ajo, apio, pimiento zanahoria y puerro), las especias (cúrcuma, comino, pimienta de olor y pimienta negra), el aceite de oliva, y sazonamos con una cucharada de sal. Bajamos un poco más el fuego, lo dejamos en nivel medio, removemos la sopa, tapamos la olla, y continuamos la cocción por 30 minutos más.
Al término de los 30 minutos de cocción, incorporamos la calabaza, en este punto vertí 250 ml de agua adicional porque la sopa había reducido bastante y la sentía muy espesa. Este paso no es obligatorio, se hace en función de lo que haya evaporado la preparación. Removemos y volvemos a tapar la olla, dejamos cocinar por 15-20 minutos, a fuego medio, o hasta que la calabaza esté tierna.
Cerca del final de la cocción, probamos el sancocho y, si es necesario, corregimos la sazón añadiendo un poco más de sal o pimienta al gusto. Picamos finamente el cilantro y lo incorporamos en el último minuto. Removemos y apagamos el fuego. Al momento de servir se pueden retirar las unidades de pimienta de olor, yo las he dejado porque no me molestan, simplemente evito morderlas.
¡¡Ahora solo nos queda disfrutar!!
¡¡Hasta pronto!!