Los que leisteis mi último post sabréis que he abandonado mi horno querido del alma porque con este calor ya no aguantaba más. La nuestra es una relación de amor y odio. Amor en invierno, odio en verano. Ahora me ha dado por los helados. Por fin me he comprado una de esas heladeras de Lidl por 26 euros que van a ser mi mejor inversión del verano. Desde que descubrí hace unos cuantos años el helado Chunky Monkey de la marca estadounidense Ben & Jerry’s, soñaba con hacerlo en casa. Pero kilos y kilos y kilos, que los no llega a 500 ml de nada que vienen en una tarrina que cuesta 5 ó 6 euros nos los ventilamos en verano antes de que acabe nuestra serie o peli favorita (en realidad la cantidad es 1 pint).
Pues llegó el día. Bueno, los días, porque que ya lo he hecho 3 veces, hasta que he dado con la receta prohibida que más se acerca al original. Las que vi por internet no me convencían, les faltaba algo, demasiado plátano, demasiados tropezones, sin vainilla, sin huevo, algo. Pero he dado con la receta perfecta de un helado cremoso con sabor a plátano y acompañado de trocitos de chocolate y nueces. Esta máquina infernal de hacer helados va a ser mi perdición. Mi marido dice que la devuelva al Lidl, que los helados salen demasiado buenos!!!!!!! Y lleva razón.
¿Sabiáis que la empresa Ben & Jerry’s entierra los sabores que dejan de comercializar? Sí, tienen su propio cementerio de helados!!!!! Ése sí que es un cementerio “frío” y no los que tenemos por aquí. En 1.978 dos chicos empezaron en una gasolinera de Burlington la empresa que hoy se ha convertido en un referente de los helados. Después de hacer un curso por correspondencia sobre la fabricación de helados montaron su primera heladería en una gasolinera de un pueblo de Vermont. No está mal hasta dónde llegaron ¿no? Desde que celebraron su primer aniversario como empresa decidieron dar helados gratis en cada aniversario durante todo el día, el 14 de abril. Y a día de hoy lo siguen haciendo. Ahora entiendo porque en la heladería de Nuevo Centro un día antes de coger el metro me regalaron un helado.
En su proceso de elaboración cuidan los productos desde el origen, no emplean alimentos trangénicos, fomentan la producción local, crearon un fundación que ayuda sobre todo a niños, … Hacen sabores de helados que les recomiendan los usuarios y algunos sabores hasta van dedicados a estrellas del rock como Cherry García, en honor al guitarrista Jerry García de Geatful Dead. O el de Goodbye Yellow Brickle Road que se dedicó al primer concierto de Elton John en Vermont. O el helado Wavy Gravy creado en honor al festival de Woodstock. Es además una de esas empresas concienciada, que colabora para que se realice un comercio justo. Como veis no es una empresa al uso y eso me encanta. Muy buenas iniciativas.
Así que yo he tenido la mía propia, la de hacer mi propio Chunky Monkey. Está receta está hecha un poco a ojo basándome en los propios ingredientes de la marca Ben & Jerry’s. Si lo hacéis en casa igual ya no volvéis a comprarlo en la tienda.
Para hacer helados hay tres mezclas básicas diferentes: la clásica con una base de natillas, mezclando fruta batida con nata montada (crema de leche) o haciendo una base de sorbete. Veréis que este helado utiliza el método más sencillo: nata montada (crema de leche) y fruta batida.
Yo lo he hecho con la heladera de Lidl. Lleva en este caso dos recipientes que llevan un doble fondo con líquido congelante. Estos recipientes no han de llenarse más de tres cuartos de su capacidad pues el helado aumenta de volumen a medida que se manteca. Se dejan los recipientes en el congelador toda una noche y una vez preparada nuestra mezcla se vierte en los recipientes helados que durante 20 ó 30 minutos hacen girar unas aspas que van congelando el helado (mantecar) evitando con el movimiento que el helado escarche y dejándolo cremoso al añadir aire a la mezcla. Hay muchas marcas y diferentes modelos según el precio, dentro de las heladeras domésticas es de las más económicas que he encontrado, ahorra tiempo y trabajo por poco dinero. Éso sí, se hacen de un día para otro teniendo en cuenta que los recipientes necesitan unas horas para que se congelen. Lo que hago es hacer la mezcla del helado y dejarla una noche en la nevera para que asienten los sabores y al mismo tiempo meto en el congelador los recipientes de la heladera. Al día siguiente preparo el helado y lo dejo un par de horas en el congelador.
He montado ligeramente la nata (crema de leche) para que estuviera un poco densa, también se puede utilizar nata (crema de leche) fresca tipo Crème Fraîche o rebajarla un poco con leche. Para que quede bien cremoso he triturado uno de los plátanos en lugar de machacarlo con un tenedor. La vainilla que he utilizado en este caso es extracto líquido, no la pasta de vainilla que suelo utilizar porque quería un punto ligero no que enmascarara el sabor del plátano que ha de ser predominante. La yema aporta cremosidad al conjunto y la cantidad de tropezones es justo lo que a mí me gusta pero podéis echar al gusto. Si troceáis chocolate en tableta tipo Valor que sea al 60 ó 70% de cacao, pero tened en cuenta que igual deja pequeñas virutas de chocolate en la masa. Podéis pasar los trocitos por un colador para que no deje marronácea la crema del helado mientras lo mantecáis. Así se llama el proceso de remover la mezcla en la heladera o a mano.
Para evitar que cristalice el helado casero (si no puede queda como escarchado) durante el proceso de manducación y congelación he sustituido un 25% de la cantidad de azúcar por azúcar invertido como ya os dije que haría en mi anterior post. Pero no es imprescindible, igual que lo podríais hacer en casa sin heladera aunque el proceso es más lento.
Helado casero Chunky Monkey
INGREDIENTES (para unos 750 ml):
– 400 ml de nata (crema de leche) líquida (mínimo 35,1% de mar. grasa) ligeramente montada
– 70 g de azúcar (50 g de Caster sugar + 20 g de azúcar invertido)
– 2 plátanos grandes maduros (1 troceado y otro en puré)
– 2 TBSP o cucharadas soperas de zumo de limón
– 1 yema de huevo tamaño M
– 70 g de nueces troceadas
– 70 g de chocolate a trocitos o chips o chunks de chocolate
– 1 TSP o cucharadita de extracto natural de vainilla
En un bol con la ayuda de varillas eléctricas montáis la nata (crema de leche) sin que llegue a quedar dura, pero sí muy cremosa. Añadís el azúcar y después el puré de plátano mezclado con el zumo de limón. A partir de ese momento batís más despacio o a mano con movimientos envolventes para que no baje mucho el volumen de la mezcla y no se pierda aire. Agregar la yema de huevo y la vainilla e integrar mezclando despacio. Llegado este punto es recomendable dejar la mezcla unas horas en la nevera para que se potencien los sabores del helado. Seguid las instrucciones del fabricante de la heladera (yo dejo toda una noche los recipientes de a heladera en el congelador y la mezcla de helado en la nevera). En mi heladera no cabe más de 600 ml de helado así que lo hago en dos tandas. Como tiene un orificio para tropezones primero meto la crema y comienzo a mantecar (a oscilar las aspas de la heladera mientras se congela la mezcla) y pasados unos minutos añado los tropezones (nueces, plátano troceado y trozos de chocolate) para que no se enganchen en las aspas al comienzo. Unos 20 ó 30 minutos después tengo listo este pecado mortal. Si queréis podéis dejarlo congelado unos días sin problema. Yo si acaso sólo un rato jejeje porque en casa no dura mucho.
Heladera sencilla, barata del Lidl, si cupiera un poco más de helado sería perfecta!!!!!
Podéis servirlo en cono, cucurucho, vasitos o pequeñas tarrinas. Yo, aprovechando que encontré estos vasitos y barras de chocolate inglés Cadbury en Iceland los he estrenado.
No está bien que yo lo diga pero he clavado la receta !!!!!! Tenéis que probarla sí o sí !!!!!!
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