Si bien parece que el calor sofocante de estas últimas semanas nos está dando un respiro, nos siguen apeteciendo los helados ¿verdad? Así que seguimos aportando recetas de esas que nos gustan a todos, que son fáciles de hacer y, insisto, que no llevan huevos (que en esta época del año los huevos que no estén bien hechos siempre pueden darnos un susto). Y el de dulce de leche, para mí es un clásico. No hay niño que se resista… y muchos adultos tampoco. Existen versiones aún más sencillas, pero no tienen el mismo sabor. Y versiones más complicadas… pero cuando el calor aprieta cuantas menos horas pasemos en la cocina mejor ¿no?
Ingredientes:
400 ml de leche entera
200 g de dulce de leche
100 ml de nata (crema de leche) (35% de materia grasa)
1 cuchara pequeña de vainilla líquida
una pizca de sal
Preparación:
Comenzamos por calentar en una olla la leche y el dulce de leche, removiendo constantemente hasta que el dulce de leche se disuelva. Retiramos del fuego y agregamos la nata (crema de leche), la vainilla y la sal. Dejamos que se enfríe, primero a temperatura ambiente y luego en la nevera durante unas 4 horas. Finalmente mantecamos el helado en la máquina para hacer helados. Si no tenemos máquina, como siempre, ponemos el helado en el congelador y lo sacamos cada hora para removerlo, durante un mínimo de 4 horas. Y ya está.
¿A que es fácil? Y está buenísmo!!!!!