Ingredientes
200 ml de nata (crema de leche) 35% (un brick)
300 grs de queso de untar (una tarrina)
100 grs de azúcar (a mi me gusta poco dulce)
5 láminas de gelatina neutra
Galletas
sirope de fresa
Preparación
Se ponen las láminas de gelatina a hidratar en agua fría. Mientras, se monta la nata (crema de leche) con varillas eléctricas o una batidora de brazo que también vale. Cuando esté casi montada se añade el queso y el azúcar y se mezcla todo bien, acabando de montar la nata (crema de leche) aunque no quedará como nata montada (crema de leche) si no más bien como una crema con cuerpo.
Ponemos como dos dedos de leche a calentar en una vaso, y cuando esté caliente metemos las hojas de gelatina bien escurridas. Removemos bien para que se disuelvan. Esperamos que temple un poco y añadimos a las mezcla de nata (crema de leche) queso. Removemos bien pero con cuidado para que la nata (crema de leche) no baje.
Metemos en un táper algo grande para poder ir mantecando el helado. Lo metemos en el congelador y vamos sacando cada 45 minutos y batiendo con las varillas eléctricas para que entre aire.
En la última podemos añadir unas galletas troceadas y sirope de fresa. Mezclar con cuidado y meter en el congelador hasta el día siguiente
Para hacer estos vasitos he utilizado los de los flanes comprados. Los relleno con el helado y espero hasta que cuaje. Añado el sirope de fresa y vuelvo a meter al congelador. Y por último las galletas trituradas y mezcladas con un poco de mantequilla. Luego desmolda muy bien si esperamos un ratito o ponemos un poco debajo del grifo. El sirope no se ha congelado y por eso no se ha quedado sólido. La próxima vez probaré con fresas naturales u otra fruta.