No sé si sería costumbre antigua o cosas de mi abuela Maria del Carmen, pero bien que recuerdo que ella tenía la costumbre de demostrar con movimientos de sus manos cosas que no decía con palabras, gestos que incluso hacía al mismo tiempo que decía lo que significaba. Imagínense:
Cerraba el puño dejando el dedo pulgar bien rígido y pasandolo por debajo de la barbilla con movimientos rápidos de dentro hacia afuera, venía a decir que no tenía nada de dinero la persona de quien hablaba. ¡¡ Vamos que estaba más tieso que la mojama !! (la mojama es pescado seco, habitual en Málaga la de atún, pulpo y pintarroja).
O cuando se ponía la mano abierta con la palma hacia abajo, debajo de la barbilla dejando ver sólo los dedos, el pulgar cerrado siempre, los abría y cerraba con rapidez……ahí estaba indicando que de quien hablaba era un (con perdón del animal de cuatro patas) un cerdo o un cochino….vamos, una persona un tanto puerca.
Más gracia me hacía cuando con el puño cerrado y el índice rígido, se lo pasaba por la mejilla con rapidez, con movimientos desde el oído hasta la comisura de la boca…..y ahí sí que siempre decía: !! es que tiene menos vergüenza que las gallinas !!
Pero la señal, a mi entender, más malagueña y que sí la usábamos los críos era ésa donde con el puño cerrado y el dedo índice rígido, colocado en la sien hacíamos movimientos rotatorios para indicar o decirle a alguien: tonto, chalado o jurelón.
Sí, una vez más para insultar a alguien, usamos a los pobres animalitos en tono despectivos. En ésta ocasión la gente de la mar, a los pobres jureles, a los más grandes: el jurel.
¿Qué malagueño no ha dicho o escuchado en alguna ocasión ésa frase?: No estás jurelón ni ná…..estás jurelón perdío
Pobre animal……Aunque me imagino el porqué de tan odiosa comparación; el jurel es un pez depredador, voraz, de la familia de los carángidos, que se alimenta en nuestras costas persiguiendo los bancos de boquerones y sardinas. Si los pescadores echaban las redes, el copo buscando el boquerón o los chanquetes, los sardinales intentando pescar la sabrosa sardina malagueña….en las redes siempre caían los confiados jureles. ¡¡ Igual por ello pensanban o decían los marengos que alguien era jurelón. Vaya Vd. a saber.
Pero sí puedo afrimar que he podido observar y comprobar cuando buceo que éstos son muy, pero que muy confiados; ha habido momentos que bancos de jurelitos me han rodeado, sin miedo, confiados me han seguido, acercándose hasta casi tocarme cuando quedándome quieta me han llegado a mirar descaradamente a los ojos…… pero eran pequeños o medianos, eran jurelitos, nunca un jurelón.
Era el pescado preferido en la casa de mis abuelos, junto con los boquerones los que de la barca de mi familia materna, Los rosillas del Palo llegaba a nuestra mesa, era el pescado preferido por mi madre.
No iba a publicar ésta receta, entre comillada porque no es una preparación laboriosa, complicada, en definitiva un plato que no se entiende como receta en sí y porque ya la publiqué en el año 2012 (Pinchando en éste enlace) ….pero tenía que volver a enseñar lo que es para mi el verdadero Sabor a Málaga
¿Creen Vds. que todos los marengos, los pescadores, los malagueños asaban el pescado en la playa? ¿Qué todo el mundo sabía o podía hacer moragas en el rebalaje, en la orillita de la mar? ¿O qué fue un invento de un Sr. del Palo que abrió un merendero en La Malagueta y que le enseñó a un Rey a comer con los deos?
Sí, es cierto, la gente de la mar, los marengos del Palo….ya hacían moragas en la playa, ahí está dando fe de ello en su maravilloso cuadro La Moraga expuesto en El Museo Municipal de Málaga, éste museo situado a pie de la coracha, a los pies de La Alcazaba, es un óleo de 3 x 3 metros, el magnífico pintor malagueño Horacio Lengo (1838 - 1890).
(Éste es una copia del cuadro de D.Horacio Lengo, me lo pintó mi suegro, recordándome a ésos niños, pescadores del Palo....pensando que alguno eran mis abuelos)
Pero no nos olvidemos, la gente normal y corriente comía pescado asado en sus casas, hecho al fuego directamente, en hornillas de carbón, colocados así en artilugios como el que yo uso, el llamado "asaor". Con el paso del tiempo, aquellas hornillas pasaron a ser de gas...pero el fuego, las llamas siguen "chamuscando" el pescado dándole ése sabor tan especial, tan malagueño.
Sí, no he perdido la costumbre, bien porque tengo la suerte de tener ésta cocinita en mi pequeño patio que quita olores a mi cocina; sé que el olor a pescado asado tarda en desaparecer de las cocinas, pero creo también que hay que superar ése extremo como antiguamente, abriendo puertas y ventanas para que no perdamos el olor a los pucheros, a los potajes, al pescado frito, a los pescados asados, como antaño, con el sabor, el aroma y por qué no, los olores, que inundaban los hogares, los patios e incluso las calles de nuestros mayores.
Porque, sinceramente, aunque lo hagan al horno (AQUI pueden ver como lo preparo) les aseguro que no sabe igual, es diferente....
Hoy, no publico una receta en sí….lo reconozco, pero quiero contarles como asar los jureles al estilo malagueño:
Los jureles tienen que estar frescos....casi vivitos y coleandos.
Blancos, plateados, de Málaga (éstos del Mercado de Atarazanas, del puesto de nuestro amigo de la infancia, de mi marido, Juani, ahora lo regente su hijo y como siempre con la misma calidad y especializados en merluza, boquerones y jureles de Málaga)
Dar tres cortes transversales al jurel por ambos lados,
salar al gusto y una vez colocado en un asador metálico,
Colocar el asador sobre el fuego.
asarlos por ambos lados, subiéndolos para que le de el calor del fuego de vez en cuando, así no se quemará demasiado. Lo justo para que le dé ése delicioso sabor.
Una vez que esté asado por un lado, darles la vuelta y asarlos por el lado contrario.
Pasarlo a una fuente, aliñarlo con uno o dos dientes de ajo picados, perejil fresco, el zumo de un limón y un generoso chorreón de aceite de oliva virgen extra.
Acompañar con un tomate del terreno y cebolla blanca tierna dulce……
Disfrutar de una carne blanca, jugosa, de la hueva bien hecha...es todo un placer gastronómico.
¡¡ Esto sí que es el Sabor a Málaga….de la gente de la mar, de los marengos del Palo, de mi familia, de Mi Cocina !!