La carne de pollo es una de las más demandadas en todo el mundo. Su consumo nos aporta proteínas de alto valor biológico, importantes vitaminas (ácido fólico y B3), minerales y menos cantidad de grasas saturadas que en el caso de las carnes rojas. En Cocina Casera, somos conscientes de todas estas propiedades, por lo que el pollo ocupa un lugar destacado en nuestra sección de carnes. Son numerosas las recetas que os hemos ido compartiendo durante todo el tiempo que llevamos juntos. Os invitamos a que echéis un vistazo a nuestra sección de carnes y aves, donde encontraréis recetas tan deliciosas como la del pollo tandoori o la del tradicional pollo en salsa.
La carne de este ave es muy nutritiva y fácilmente digerible, lo que la hace adecuada para ser consumida a cualquier edad, siendo especialmente importante para deportistas y niños que están en edad de crecer. Igualmente se pueden beneficiar de su consumo las mujeres embarazadas, ya que durante el embarazo se hace necesario un mayor aporte de ácido fólico y proteínas, ambos componentes presentes en el pollo.Propiedades nutricionales
Grasas. En comparación con la carne roja, en el pollo se da una mayor presencia de grasas insaturadas, beneficiosas para la salud. La pechuga tiene menos grasa que los muslos, y en la piel es donde se da la mayor concentración, por lo que se suele recomendar quitarla, ya sea antes o después de cocinar la pieza.
Proteínas. El valor de las proteínas presentes en la carne de pollo es equiparable al de la carne roja. Se trata en ambos casos de proteínas de alto valor biológico, cuya presencia es mayor en la pechuga que en el muslo. El método de cocción también influye en que la cantidad de proteínas, en este sentido, cabe decir que el pollo frito tiene una menor concentración de proteínas que el pollo cocido en agua o hervido.
Minerales. Destacar la presencia de fósforo y potasio, y, en menor cantidad que en la carne roja, podemos encontrar también hierro y zinc.
Vitaminas. Importante presencia de vitaminas como la B3, también llamada niacina, que ha demostrado ser beneficiosa en la prevención y mejora de algunas dolencias, como trastornos de la piel, diabetes o problemas relacionados con la mala circulación sanguínea. Otra de las vitaminas a destacar es el ácido fólico que resulta de vital importancia para el mantenimiento de una buena salud celular, ya que interviene en la producción de células. Además, el consumo de ácido fólico previene la anemia. Otras vitaminas que pueden ser encontradas en la carne de pollo son la A, la C y la B12.Recomendaciones a la hora de comprar y conservar pollo
Cuando vayamos a comprar carne de pollo debemos fijarnos en que la piel sea flexible al tacto.
Si podemos conseguir pollos criados al aire libre, y alimentados con granos, no lo dudemos, ya que la carne su carne es más nutritiva y sabrosa. Además, la carne de pollos criados en granjas ecológicas está libre de los medicamentos y hormonas que son de amplio uso en las granjas de ganadería intensiva.
La carne de pollo sufre un rápido deterioro, por ello se hace necesario respetar al máximo la cadena de frío. En el caso de que la congelemos, conviene que la consumamos antes de tres meses.
Debido a que esta carne es un medio en el que se pueden reproducir rápidamente numerosos microorganismos, debemos manipularla tomando algunas precauciones, como evitar que entre en contacto con alimentos que vayamos a consumir en fresco. Del mismo modo, y con el fin de evitar contaminaciones cruzadas, debemos lavar a conciencia los utensilios que hayamos usado para cortar la piel.
La carne de pollo no se debe comer en crudo. A la hora de cocinarla, nos aseguraremos de que alcanza una temperatura de, como mínimo, 70ºC. Llevaremos cuidado con no pasarnos, ya que, si se chumasca, se generan una serie de sustancias que pueden tener efectos carcinogénicos.
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