Hoy en día tenemos la sana costumbre de hacer tertulias de sobremesa en las reuniones familiares o con amigos, y los aguardientes y licores se han convertido en los imprescindibles compañeros del final de una buena comida o cena, es el momento ideal para degustarlos con toda tranquilidad y calma.
Los licores son bebidas alcohólicas de alta graduación dulces o muy dulces, se podría decir que son la versión fina y moderna de los aguardientes, ya que estos durante una época, hicieron necesaria la incorporación del azúcar para hacer más suave y agradable su sabor.
Además de tomarlo como licor también lo podemos utilizar para infinidad de recetas de repostería, para bizcochos, cocas, magdalenas, tartas.....
Hay dos tipos de licores, los naturales, que son pura y simplemente aguardientes endulzados; y los licores artificiales, que son los elaborados macerando hierbas o frutas en un alcohol neutro preexistente, y que es el caso de este que os pongo yo.
En todos los lugares del mundo se producen infinidad de tipos y variedades de licores, se encuentran licores caseros en cualquier ciudad o pueblo que puedas visitar.
Es muy sencillo de hacer, lo que más cuesta es quitar la parte blanca de la cáscara de la mandarina antes de ponerla a macerar para que no amargue.
Ingredientes:
Para la maceración:
7 u 8 mandarinas.
750ml. de orujo, aguardiente, alcohol fino, ron...
Para el almíbar:
500g. de azúcar.
500ml. de agua.
Modo de hacerlo:
Lo primero que tienes que hacer es la maceración de las cáscaras de las mandarinas:
Como vas a utilizar las pieles lava bien las mandarinas para eliminar todo resto de polvo o de abonos.
Pela las mandarinas y recoge las cáscaras.
Quita con la punta de un cuchillo la parte blanca de la piel, ya que sino la quitas le daría un sabor amargo al licor, córtalas en trozos o tiras.
Pon en un frasco de cristal hermético de boca ancha, los trozos de cáscara limpias y añade todo el orujo, aguardiente, ron o alcohol fino.
Guarda el frasco en un lugar oscuro y seco y deja que macere durante 3 o 4 semanas más o menos.
Pasado el tiempo de maceración prepara el almíbar:
Pon un cazo al fuego con el agua y el azúcar, cuece durante unos cinco minutos y deja que se enfríe.
Cuela el alcohol de las cáscaras de mandarina y añade el almíbar frío.
Es el momento de embotellar toda la mezcla:
Pon el licor en las licoreras que vayas a utilizar y deja que repose una o dos semanas más en el mismo sitio antes de consumirlo, luego guarda en la nevera para tomarlo fresquito.Yo he utilizado un orujo gallego que compré hace tiempo en Santiago, pero puedes utilizar el alcohol que tengas.
Y a disfrutar de un delicioso licor!!!
Espero que te guste.
Si preparas esta receta sube una foto a cualquier red social y etiquétame en Facebook, Twitter, Instagram, Google+.