Sí, de nuevo la combinación de lavanda con limón, pero es la pareja ideal para muchas recetas y es fundamental en mi cocina. Además, ambos tienen muchas propiedades y juntos son más beneficiosos.
Para esta receta necesitamos los siguientes ingredientes:
1 litro de agua
3 cucharadas de flores de lavanda
2 cucharada de miel
2 limones
También puedes utilizar flores de lavanda secas.
Soy fan de la miel de lavanda de la Alcarria y qué mejor que utilizarla en esta receta. Como alternativa, la miel la podemos sustituir por 1/3 de taza de azúcar o su equivalencia en edulcorante.
Preparación:
Lo primero es lavar las flores y quitarlas del tallo.
A continuación, echamos 1/2 litro de agua en una tetera y llevamos a ebullición. Yo he aprovechado para estrenar mi tetera de flores.
Cuando el agua esté hirviendo le agregamos las flores de lavanda y la miel y dejamos infusionar durante 15 minutos a fuego medio bajo. El aroma que desprende la tetera mientras se infusiona la lavanda es impresionante.
Transcurrido ese tiempo apartamos del fuego y dejamos reposar durante 10 minutos.
A continuación la colamos y vertemos el liquido en una botella.
Cortamos la corteza de uno de los limones y reservamos. Exprimimos el zumo del limón y lo agregamos. El cambio de color que se produce en el agua al ir mezclándose con el zumo de limón, a mí me sorprendió.
Por último, le añadimos el otro 1/2 litro de agua y metemos la botella en el frigorífico para que se enfríe.
Presentación:
La servimos en la botella con unos vasos con pajitas moradas, unos cubitos de hielo, una corteza de limón y una ramita de lavanda. Perfecta para tomar esta bebida natural y refrescante.
¿La habéis probado? ¿Qué os parece? Es una buena alternativa para refrescarnos en las tardes de verano.
La tarta rustica de limón sería un buen acompañamiento a esta deliciosa limonada, ¿no creéis?
Bon appétit!!!