Ya os he comentado antes que tenía una cena de amigos ayer. Preparé un montón de cosas para picar y un plato principal que casi es también un picoteo.
Es una receta muy cómoda porque se prepara con antelación, queda muy bien y no es complicada de hacer.
Se hace en la olla rápida, así que una vez organizados todos los ingredientes, la dejamos que se haga mientras seguimos con otra tarea.
Esta receta me la pasó mi amiga Mª Angeles hace años, y la verdad es que siempre triunfa.
INGREDIENTES:
1 cinta de lomo de cerdo entera, de alrededor de un kilo.
2 cebollas grandes.
1 zanahorias.
5 o 6 tomates secos.
1 pastilla de caldo de carne.
1 o 2 hojas de laurel
4 o cinco granos de pimienta negra.
sal y pimienta para sazonar.
1 vaso de aceite de oliva
2 vasos de vino dulce (yo usé vino de Málaga)
PREPARACIÓN:
Salpimentamos por ambas caras la pieza de lomo
Cortamos las cebollas en aros.
ponemos el aceite en la olla rápida y cuando esté caliente echamos las cebollas y el lomo. Dejamos que se dore por todos lados y cuando lo veamos dorado y la cebolla transparente echamos el resto de los ingredientes.
Cerramos la olla y guisamos la carne unos 35 minutos. Si es una olla rápida, en cuanto suba la válvula, bajamos el fuego. Si es una olla express de las antiguas, cuando empiece a salir vapor con fuerza, hacemos igual y bajamos el fuego.
Cuando acabe, esperamos que la válvula baje y abrimos la olla, Pinchamos la carne y si la notamos tierna, ya está lista. Si vemos que al pincharla ofrece resistencia, dejamos que siga cociéndose en la olla unos minutos más.
Sacamos la carne y la dejamos enfriar en un plato.
Retiramos de la salsa las hojas de laurel y trituramos con la batidora todo lo demás hasta conseguir una salsa espesa. Si lo hacemos con la thermomix, tendremos que esperar que enfríe un poco y trituramos 15 segundos a velocidad 5.
reservamos la salsa en un táper hasta el momento de servir.
La carne se envuelve, una vez fría en papel de aluminio y la dejamos en la nevera. Mejor de un día para otro. Así la podemos cortar muy bien.
Servir en lonchas finas acompañada de la salsa.
Salpimentamos la carne por todos lados.
Cortamos la cebolla en aros.
Ponemos a calentar el aceite en la olla.
Cuando esté caliente echamos la cebolla y la carne, para sellarla.
Ya está dorada y la cebolla transparente.
Añadimos la cebolla, la zanahoria en trozos, los tomates secos, la pastilla de carne y la pimienta.
Y la regamos con el vino dulce, no debe cubrirla por completo, solo la mitad. Se puede usar cualquier clase de vino, pero hacedla con vino dulce, le da un sabor especial a la salsa.
La ponemos a guisar 35 minutos. Cada uno que controle el tiempo en su olla. En la mía, la pongo a fuego fuerte hasta que la válvula sube, entonces la pongo a fuego moderado-bajo el resto del tiempo, si la dejáramos a fuego fuerte todo el rato, se consumiría el líquido y se nos pegaría la carne.
Cuando acabe, pinchamos la carne y si la notamos tierna (veremos como el tenedor o cuchillo entra sin problemas) la sacamos y dejamos que enfríe. Una vez fría la envolvemos en papel aluminio y la metemos ene le frigorífico. Hasta el día siguiente.
La salsa la trituramos con la batidora. Si lo hacemos con thermomix, dejad que se enfríe.
Sale una salsa. espesa, dulzona, muy rica.
Pasadas unas horas en la nevera, podemos cortar la carne en filetes finos.
Mirad que espesa es la salsa, se puede calentar un poquito en el micro para servirla, pero a nosotros nos gusta fría. Ponédsela por encima a los filetes y veréis que buenos están.
Y si nos la comemos en un bocadillo, con la salsa impregnando el pan... ¡bocata di cardinale!
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