Con esta receta griega participo como desde hace ya algunos meses en el reto "Reposteras por Europa" ya he hecho un dulce portugués, otro noruego , uno ruso y ahora este griego. Entrad a ver la cantidad de dulces y postres europeos de mis compañeras de blogs, todos ordenaditos como si estuviesen en una librería.
En esta ocasión el país lo ha elegido Cuca del blog "Dulces Secretos de Cuca" ; todo un acierto de elección ya que siendo un país cercano para nosotros no conocemos mucho de su gastronomía. Yo personalmente no conocía ningún dulce, pero me puse a ello en cuanto "Reposteras por el Mundo" dijeron que el país elegido en esta ocasión era Grecia.
Se sirve con una jarrita de jarabe
Tienen además una tradición pastelera parecida a la española o a la italiana ya que al fin y al cabo son todas sus cocinas unos mediterráneas como los demás, con mucho fruto seco, pistacho, almendras, nueces, miel...
La única dificultad que encontré al hacerlos es que me quedaran todos del mismo tamaño, iban "inflando" por momentos... OMG!
Es una receta muy sencilla, lo único que hay que tener paciencia por la hora y media de levado inevitable. Pero merece la pena.
200 gramos de Harina
15 gramos de Levadura fresca o 5 gramos de Levadura liofilizada seca de panadería
(no sirve la tipo Royal)
100 cc de Leche tibia
250 cc de Agua tibia
1 cucharadita de Sal
1 cucharada sopera de Azúcar
Una pizca de canela en la masa
Para freír
Aceite de Girasol (la receta original dice de cacahuete)
Jarabe
150 cc de Miel
100 cc de Agua
1 cucharada de zumo de limón (recién exprimido)
Se pone la harina y la levadura (si es fresca se disuelve en un poco del total del agua de la receta).
A continuación mezclamos con la harina y la cucharada de azúcar. Se deja reposar unos 15 minutos.
Se añaden los líquidos y la cucharadita de sal fina.
Se coloca en una fuerte y se deja levar una hora y media en un lugar templado (yo siempre la dejo en el horno apagado pero templado antes de meter la fuente donde reposa la masa). La masa es un poco pegajosa, por eso se hacen con las dos cucharas al freírlos.
En una olla pequeña se pone el aceite de girasol o cacahuete y se fríen de dos en dos. Hay que esperar a que el aceite esté caliente pero no demasiado, yo probé con una pizca de masa para saber la temperatura.
En cuanto los echas con la ayuda de dos cucharas soperas se inflan y poco a poco les das la vuelta hasta que tenga un ligero color dorado claro.
Se van sacando a un plato con papel absorbente y cuando terminas, si quieres quitas el aceite y lavas esa ollita pequeña y ahí mismo haces el jarabe para el "baño" final.
El jarabe se prepara poniendo la cantidad de miel y de agua (yo le eché menos cantidad de agua y la fui añadiendo poco a poco). Por último añadir la cucharada de zumo de limón recién exprimido. Esperar hasta que se ponga un poco espeso y se vaya evaporando el agua. Tiene que quedar líquido pero consistente.
Se bañan todos poco a poco y se retiran a la bandeja donde los vayas a presentar.
He visto que algunas veces se les espolvorea azúcar (opcional). Yo no lo hice pues es de por sí ya eran muy dulces con el toque del jarabe.
Espero que os haya gustado y que el que los prepare que mande fotos, me encantaría verlos.
Bueno, feliz puente del Día de la Hispanidad. !Ah! Os dejo el Facebook de La Taza de Loza por si queréis echar un vistazo.
Sed felices y cocinad mucho