La verdad que estaba bastante preocupada porque no tengo mucha práctica con la repostería y los macarons siempre los considere difíciles.
Se lo comenté a mi hermana Ana a quien si se le da bien la repostería y quedamos en prepararlos las dos a ver si por lo menos a una de nosotras nos salían. Y mira tú por donde, nos salieron a las dos. Creo que ha sido la suerte del principiante.
Los macarons son unos pastelitos tradicionales de Francia. Están formados por dos galletas de poco grosor, unidas por una crema o ganache, y que normalmente tienen colores muy llamativos.
Después de buscar recetas por internet me encontré la página “webos fritos”, os la recomiendo. Tiene muchas recetas interesantes. En concreto, en el tema macarons tiene varias recetas muy bien explicadas para novatos, paso a paso, además de otra entrada en la que te relaciona los distintos tipos de errores que puedes cometer al hacerlos y como solucionarlos.
Los preparamos, cada una en su casa, siguiendo la misma receta, de color verde y rosa, rellenos de ganache de chocolate.
Os voy a contar como los hice yo.
Como a mi hijo pequeño, Jorge, no le gusta mucho el chocolate, le rellene unos pocos de natillas, y también estaban muy ricos.
Ingredientes:
Para los macarons
110 g. de almendra en polvo
225 g. de azúcar glas
125 g. de claras de huevo
50 g. de azúcar
Colorante alimentario (en este caso usamos color verde y rosa) en gel
Para el ganache de chocolate
100 cc de nata (crema de leche) líquida
2 hojas de gelatina neutra
50 g. de mantequilla
100 g chocolate,
PREPARACIÓN:
Use la plantilla que me baje de la página webos fritos que antes mencione, puse papel de horno sobre ella y lo sujete con clics para que no se me moviese.
Uní la almendra en polvo y el azúcar glas y lo tamice muy bien.
Puse las claras en un bol, claras que había separado de la yema la noche anterior y dejado fuera de la nevera, y las batí. Primero durante unos dos minutos a velocidad baja para luego pasar a máxima potencia hasta que estuvieron muy firmes. Casi al final añadí el azúcar normal y el colorante.
Cuando el merengue ya estuvo bien fuerte, eche la mezcla de almendra y azúcar de una sola sobre él y con una lengua de silicona fue mezclando con movimientos envolventes y circulares y de vez en cuando metiendo la lengua en la base del bol. Al final lo mezcle un poco más enérgicamente.
Llene la manga pastelera y poniéndola en posición vertical encima del papel de horno fue haciendo montoncitos con la masa sobre cada círculo de la plantilla. Cuando acabe, retire con cuidado la plantilla para poder volver a usarla en la siguiente bandeja de macarons.
Luego golpee unas veces la bandeja sobre la mesa de trabajo, con firmeza para que saliesen las burbujitas de aire que pudiera tener la masa.
Hay que dejarlos secar unas horas, pero como vivo en Asturias, y la humedad que tenemos es muy alta, preferí meterlos unos minutos en el horno apagado que había tenido calentando a 50ºC durante un buen rato.
Cuando estaban secos los metí en el horno precalentado a 150ºC, con calor arriba y abajo, durante 15 minutos. Cruce los dedos para tener suerte y que no se agrietasen, y por fin,¡ Aleluya!, salieron casi perfectos, ¡no me lo podía creer!.
Los deje toda la tarde secar y para rellenarlos por la noche.
RELLENO
En un cazo calenté la nata (crema de leche) y añadí las hojas de gelatina previamente humedecidas en agua templada unos segundos.
Cuando estuvo bien caliente incorpore el chocolate y lo removí hasta que se fundió, luego añadí la mantequilla y el azúcar.
Una vez estuvo bien ligado lo vertí en un bol, lo reserve y lo deje enfriar.
Coloque en una bandeja los macarons por parejas, buscando los de tamaño más parecido, ya que por mucho que lo intente me salieron unos más grandes que otros.
Puse el relleno en una manga pastelera e hice una circunferencia en el interior del macaron no muy cerca del borde para que no se saliese.
Cerré el macaron con cuidado inmediatamente, apretando con cuidado, no por el centro.
Este fue el resultado.
Si quieres ver las recetas de mis otros compañeros de desafío, visita el blog DESAFIO EN LA COCINA