Supongo que no soy la única, dada la escasez de harinas y levaduras que hay en los supermercados, que se ha entretenido experimentando recetas en el horno durante las últimas semanas. Me encantan los dulces (no sé si os habréis dado cuenta jjjj), y me encanta tener bizcocho o magdalenas en casa para tomar en alguna merienda o alternar en algún que otro desayuno. En una dieta saludable los dulces deben ser de consumo muy ocasional, pero he comenzado a buscar opciones más saludables para los ingredientes, mejorando la calidad de su composición. Así comeremos dulces de mejor calidad, pero no por ello hemos de aumentar la frecuencia!!
He estado haciendo experimentos de repostería con varios tipos de harinas, y ya tengo alguna que otra combinación que me ha encantado. Cada vez podemos encontrar una mayor variedad de harinas en el mercado: harina de espelta, harina de trigo sarraceno, harina de arroz, harina de avena, harina de garbanzo... Con el azúcar ocurre lo mismo, hay alternativas mejores: el azúcar de coco es un azúcar más saludable, con menor índice glucémico (el cuerpo no recibe un subidón de azúcares en sangre tan repentino como con el azúcar normal) y aporta aroma de caramelo en los dulces, por lo que hace tiempo que la utilizo para sustituir el azúcar normal en muchas de mis recetas. Últimamente estoy probando también el eritritol (este es el que utilizo) que tiene un menor poder endulzante, pero resulta especialmente interesante porque tiene cero calorías y cero índice glucémico así que es una estupenda opción para ir acostumbrando el paladar a dulzuras más sutiles, pero más saludables.
Por tanto, esta receta que comparto hoy, es la primera de muchas de estas recetas dulces un poco más saludables que estoy probando y mejorando, y que os haré llegar en cuanto considere que la receta es de diez. La manzana aporta una dulzura maravillosa, además de una textura jugosa al bocado. No se notan los trocitos, están fundidos con el resto de ingredientes. Una auténtica delicia.
En la mayoría de supermercados y tiendas de alimentación podemos encontrar estos productos de los que hablamos. También existen muchas páginas web de diétética, parafarmacia y herbolarios donde podemos encontrarlos y nos los envían cómodamente a casa. Si podéis, apostad por los comercios locales, algunos de ellos te lo pueden enviar a casa, más cómodo imposible... Os dejo por aquí, por si os interesa, el link a la tienda de graneles donde compro las harinas, frutos secos, azúcar de coco: ACRE, están en Madrid, pero envían los pedidos a casa, y a toda la península.
Vamos a la cocina y te cuento lo fácil que es hacer estas magdalenas:
MAGDALENAS DE MANZANA Y ALMENDRA
INGREDIENTES
Ingredientes húmedos
3 huevos
1 manzana rallada (unos 120-140 g.)
70 g. de AOVE
Ingredientes secos:
120 g. de harina de trigo sarraceno + 80 g. de harina de almendras
100 g. de azúcar de coco
1 cuchara de impulsor o polvo de hornear (10 g.)
pizca de sal
Opcional para aromatizar: canela en polvo, jengibre en polvo, esencia de vainilla...
SUSTITUCIONES:
Harina: puedes sustituir la harina de trigo sarraceno por harina de avena. Para una versión con gluten, puedes poner toda la harina (200 g.) de trigo normal, o integral, aunque en este caso pon sólo 180 g.
Azúcares: puedes sustituir el azúcar de coco por misma cantidad de azúcar normal si es la que tienes. Para una versión más saludable aún, sustituye por 130 g. de eritritol.
Grasas: el aceite de oliva virgen extra es una de las grasas más saludables que existen para cocinar a altas temperaturas, pero puedes sustituirlo por aceite de coco, que es también muy interesante. El de girasol también funciona bien en esta receta, pero es menos saludable.
UTENSILIOS:
Cápsulas de magdalenas
Molde rígido para magdalenas
ELABORACIÓN:
Precalentamos el horno a 180º, calor arriba y abajo, y preparamos nuestras cápsulas de magdalenas dentro de un molde rígido para que se horneen bien.
Comenzamos con los ingredientes húmedos: en un bol batimos los huevos, añadimos la ralladura de manzana y por último el aceite de oliva. Si deseamos un aroma a vainilla, añadimos una cucharadita de esencia en este paso.
En otro bol ponemos los ingredientes secos: las harinas, el azúcar, el polvo de hornear, la pizca de sal y si deseamos, un poco de canela y/o jengibre. Mezclamos bien con unas barillas.
Incorporamos los ingredientes secos en el bol de los húmedos en dos veces, primero la mitad, mezclamos, y luego la otra mitad. Movemos hasta que esté bien incorporado.
Rellenamos nuestras cápsulas de magdalenas y horneamos entre 18-20 minutos. Para comprobar que están hechas, pinchamos un palito de madera y si sale limpio, están listas.
Dejamos enfriar las magdalenas fuera ya del molde, en una rejilla.
Se conservan muy bien en una lata o recipiente hermético durante varios días (pero en serio, no van a durar tanto), y se congelan también muy bien.
Disfrutad mucho de esta receta. Contadme vuestras experiencias, dudas, comentarios...Podéis escribirme en la cajita de comentarios al final de este post, o en el perfil de @gutamama de instagram o facebook. Me encanta leeros y conocer vuestras historias y experiencias con las recetas.
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