Los mantecados son uno de los dulces navideños típicos españoles más populares y más antiguos. Tienen su origen en Antequera (Málaga), cuando un excedente de harina de trigo agudizó el ingenio y junto a la manteca de los cerdos de sus dehesas (destruidas posteriormente por el ejército napoleónico para evitar que los bandoleros que los combatían se escondiesen en ella) formó estos dulces símbolo de la Navidad. Fue en Estepa (Sevilla) donde se comercializó por vez primera el mantecado como lo conocemos hoy día, ligeramente tostado por fuera, para que así se conservase mejor. Pero antes de que en tierras sevillanas se iniciase la comercialización de este dulce, sin duda todo un avance, Antequera ya era proveedora de la Casa Real.
Sea como fuere, estos pequeños dulces son la delicia de casi todos y sin duda su comercialización en supermercados, panaderías y tiendas especializadas son el inicio de la Navidad para muchos. En Málaga, en todos los barrios, hay tiendas de “Mantecados de Antequera” donde podemos comprar infinidad de variedades. Desde hace años se introdujeron los mantecados sin manteca, con aceite de oliva virgen extra, un producto que abunda en estas tierras y que destaca por su alta calidad. Así que lejos de ser una mala idea, los mantecados con aceite de oliva virgen extra son de lo más popular. En casa no tenemos una necesidad real de hornear mantecados en casa: alrededor tenemos muchas tiendas de “Mantecados de Antequera”, pero además hay en todos los supermercados, tiendas de barrio, panaderías Son unos mantecados de gran calidad, muchos sin conservantes ni colorantes, como se han hecho siempre. Pero, aún así, todos los años horneamos unos cuantos por motivos sentimentales: uno de los recuerdos más bonitos que conservo de la Navidad es, de pequeña, con mi abuela, mi madre y mis hermanos alrededor de un lebrillo (un recipiente de barro grande de mi abuela), amasando y formando dulces de Navidad. El olor y el sabor de aquellos roscos aún los recuerdo y quiero que mis hijos también construyan ese tipo de recuerdos, porque a pesar de los años pasados, a mí aún me hacen feliz.
300 grs. de harina de repostería
70 grs. de almendra molida
Ajonjolí o sésamo tostado (opcional)
1 cucharadita de canela en polvo
100 grs. de azúcar glas
125 ml. de aceite de oliva virgen extra
1º. Extiende la harina en una bandeja forrada con papel de horno. Introdúcela en el horno, precalentado a 150º, y deja que se tueste durante unos 20 minutos. Saca la bandeja del horno y deja que enfríe.
2º. Mezcla la harina en un bol con el azúcar glas, la canela, la almendra molida y el aceite de oliva virgen extra. Mezcla bien hasta que la masa tenga una textura lisa y elástica. Extiende en una encimera enharinada dejando un grosor de un dedo aproximadamente. Corta los mantecados con un cortapastas si quieres darles formas. También puedes hacer bolitas con la masa y presionarlas hasta hacer una forma tipo galleta. Si cuando manipules la masa te resulta difícil, solo tienes que poner la 30 minutos en el congelador y así podrás hacer las formas sin problemas.
3º. Coloca los mantecados en una bandeja de horno forrada con papel de hornear y espolvorea con ajonjolí. Hornea entre 12 o 14 minutos, con el horno precalentado a 180º. Saca los mantecados y deja enfriar completamente en una rejilla antes de manipular para evitar que se te rompan.
Si tienes Thermomix puedes hacerlos también, de la siguiente forma:
1º. Pon la harina en el vaso y programa 30min/100º/velocidad 4 para que se vaya tostando. No pongas el cubilete para facilitar la pérdida de humedad. Durante ese tiempo, ve abriendo la tapa y remueve con la espátula lo que se vaya quedando por las paredes del vaso para que la harina se tueste por igual. Reserva.
2º. Pulveriza las almendras (20 minutos/velocidad 4). Añade el azúcar y programa 30 segundos velocidad progresiva 5 a 10.
3º. Añade el resto de ingredientes (incluida la harina) y programa 30 segundos/velocidad 6 para que todo se integre bien. A continuación, programa con vaso cerrado/velocidad espiga o amasado durante un minuto.
4º. Saca la masa con cuidado e intenta estirarla sobre una superficie harinada. Si te cuesta trabajo, ponla en el congelador 30 minutos y después dale forma y hornea con el horno precalentado a 180º durante 12 o 14 minutos.
Ya tienes listos tus mantecados de canela con aceite de oliva virgen extra, perfectos para poner en tu mesa especial estas Navidades. Si te ha gustado esta receta y te animas a prepararla, etiquétame en tus redes sociales para que pueda ver la foto de tus mantecados. Si tienes niños en casa, prueba a hacerlos con ellos mientras pones villancicos. Seguro que pasaréis un rato inolvidable. Enséñamelo para que pueda verlo. En Instagram, por ejemplo, solo tienes que etiquetarme: me puedes encontrar como El tiovivo rojo (pulsa aquí para ver mi cuenta y sígueme si te gusta).
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