Como en casa somos poco fruteros, hay que prepara la fruta como para los críos pequeños, para que nos la comamos.
En esta ocasión, he querido combinar la jugosidad y el dulzor del melón, con la textura del boniato y el color de las cerezas, coronando todo ello con miel y decorando con crocanti.
Preparación (2 personas):
½ boniato mediano
1 loncha generosa de melón
25 cerezas
2 cucharadas soperas de miel
Crocanti (para decorar)
Preparación (2 personas):
En primer lugar coceremos al vapor el boniato sin pelar (podemos cocer más por el mismo trabajo para futuras recetas).
Una vez el boniato este tierno, lo dejamos enfriar.
Quitamos la piel al melón y lo cortamos en trocitos depositándolo en el fondo de dos cazuelitas de barro.
Pelamos y troceamos medio boniato, a tamaño similar como hemos cortado el melón.
Con la ayuda de un cuchillo cortamos en dos todas las cerezas y desechamos su semilla.
Repartimos las mitades de cereza entre ambas cazuelitas.
Colocamos una cucharada sopera de miel en cada cazuelita.
Decoramos con crocanti al gusto.
Reservamos en el frigorífico hasta el momento de servir.