Sí, amarga, pero en su punto justo. Así son los pomelos que o nos gustan mucho o no nos gustan nada.
En mi caso, me gusta tomarlos en zumo con unas cucharaditas de azúcar, y en algunos casos, ni eso.
Disfruto mucho de esa bebida que te deja en la boca sensaciones tan diferentes a la vez: dulzor y amargor.
Algo más dulce y menos amargo es si lo tomamos en versión mermelada, pero aún así, es inevitable no sentir al final ese regusto amargo tan característico. La preparación de los pomelos en mermelada es la solución apta para todos los públicos. A mayores y pequeños les encantará disfrutar de su contraste con un trozo de chocolate, en las tostadas del desayuno, o como cobertura y relleno de todo tipo de postres.
Estos pomelos tan hermosos y rosados por dentro, son cortesía de Hort Alba Garcés, una familia de agricultores que venden sus naranjas, limones, mandarinas, pomelos y calabazas, directamente del árbol al consumidor. Se nota que le ponen especial cuidado a sus productos, y su producción es totalmente natural sin someterla a ningún proceso químico. En Hort Alba Garcés todos es 100 % artesanal y natural.
¿Sabíais que dependiendo de la época del año, las naranjas y mandarinas son de diferente tipo? Las que yo he tenido ocasión de probar durante esta semana, son unas naranjas dulces, grandes y con mucho zumo. De esas que no puedes parar de comer: en zumo, a bocados, utilizadas en dulces, en ensaladas, en salsas,...
Si estáis interesados en probar fruta de verdad, fresca, dulce, en su punto justo y recién recogida, os recomiendo las de Hort Alba Garcés.
- 1 kilo de pomelos Hort Alba Garcés (pesados sin piel)
- 700 gr. de azúcar blanco
- 1 manzana
Trocearemos los pomelos, previamente pelados y retirada la mayor parte de pielecillas y fibras blancas posible.
Pelaremos la manzana, y la rallaremos con la ayuda de un rallador de cocina. Desecharemos la parte central del corazón.
Pondremos la fruta en una cacerola, junto con el azúcar. Pondremos a fuego medio, sin dejar de remover. Veremos como la fruta empieza a soltar su jugo con el calor, y cómo el azúcar se disuelve en el él.
Cuando la mezcla comience a hervir, bajaremos el fuego y seguiremos removiendo hasta que la mezcla se vuelva espesa y adquiera consistencia de mermelada.
¿Tienes panificadora? Con ella puedes hacer la mermelada de forma sencilla y sin preocuparte de remover la mermelada.
Simplemente añadiremos la fruta troceada en la panificadora, con las palas puestas. Añadiremos el azúcar. Y cuando ya hayamos puesto todos los ingredientes, pondremos el programa especial para mermeladas de la panificadora.
Y ya no tendrás que hacer nada hasta que la máquina te avise de que ha terminado.
Tanto si lo hacemos de forma tradicional, como si la hacemos en panificadora, puede que al terminar la mermelada nos hayan quedado trozos de fruta grandes. Si os gustan las mermeladas con una textura más fina, simplemente la trituraremos con la ayuda de la batidora hasta que tenga la consistencia deseada.
A la hora de embotar la mermelada, os cuento como yo lo hago:
- En primer lugar selecciono los tarros de cristal que voy a utilizar, calculando más o menos la cantidad de mermelada que nos va a salir.
- Limpio y aclaro bien los tarros. Los pongo, junto con sus tapaderas, dentro de una olla o cacerola que tenga fondo. Lleno de agua la olla, hasta cubrir totalmente los tarros. Tapo con una tapadera y los pongo al fuego, calculando que tendrán que estar al fuego unos 20 minutos desde que empiezan a hervir. A esto se le llama esterilización.
- Después los dejo escurrir.
- La mermelada hay que ponerla en los botes recién hecha, cuando aún esta muy caliente. Se llenan los botes hasta arriba, dejando unos 2 centímetros sin llenar. Se pone la tapadera y se ponen los botes boca abajo hasta que se enfríen.
Gracias por suscribirte, Un beso. Chus