Los que no tenemos la suerte de vivir en el campo no tenemos acceso a un huerto y nos tenemos que conformar con comprar en el súper y algunas cosas nos salen por un ojo de la cara. En el caso de los frutos rojos, por ejemplo, una tarrina de 150 grs. de frambuesas, moras o arándanos es cara para lo poco que cunde. Si sólo necesitas unos poquitos para algún postre no hay problema, pero como te apetezca hacer una mermelada, desde luego no compensa.
Por eso compro frutos rojos congelados que se encuentran a un precio mucho mejor que las tarrinas y son los que utilizo para hacer esta mermelada casera. Al igual que las naranjas, los frutos del bosque tienen un punto de acidez que se intenta compensar añadiendo más azúcar, pero esto se evita con una cucharadita de bicarbonato (pruébalo y verás como funciona).
A mí me gustan las mermeladas con tropezones, que se note la fruta que llevan. Cuando empecé a hacer mermeladas troceaba la fruta previamente pero la verdad es que me acabó dando mucha pereza porque ya que me pongo intento hacer por lo menos 1kg de fruta y he descubierto que da mejor resultado un simple prensa patatas, de manera que los echo en la olla enteros y a partir de media cocción voy aplastando la fruta con este chisme de toda la vida y la verdad es que queda estupendamente. Si a tí no te gustan los tropezones por supuesto que puedes usar la batidora una vez que esté hecha, antes de envasar.
Pues vamos con esta mermelada que es una de mis favoritas
Ingredientes:
- 900 gr. de frutos rojos congelados
- 400 gr. de azúcar
- el zumo de 1 limón
- 1 cucharadita de bicarbonato
Elaboración:
1. Sin necesidad de descongelar dejamos los frutos rojos macerar con el azúcar durante una hora aproximadamente.
2. Acercamos la cazuela al fuego y cuando empiece a hervir añadimos el bicarbonato y el zumo de limón. Bajamos el fuego a la mitad (en la vitro al 5) y dejamos hacer 40-45 minutos. Mientras se va haciendo iremos desespumando la mermelada, de esa manera tendremos un color precioso y más limpio. A mitad de cocción empiezo a usar el prensa patatas para ir aplastando la fruta. Si prefieres la batidora, como dije al principio, deja que se termine de hacer para triturarla.
3. Para saber cuándo está hecha pondremos una cucharada en un plato. Dividimos ese poquito con el dedo y si quedan las dos partes separadas es que ya está lista.
4. Llenamos los frascos de vidrio previamente esterilizados dejando 1cm. por lo menos vacío, los tapamos y les damos la vuelta para que hagan el vacío. Una vez fríos ya los podemos guardar en la despensa donde los podremos conservar durante meses.
Nada que ver con las mermeladas comerciales, de verdad.
Consejos importantes para hacer conservas caseras:
- Los envases deben ser de cristal con tapas metálicas de rosca, comprobando que no tengan ningún resto de óxido.
- Se deben lavar y esterilizar los botes y las tapas por separado.
Esterilizar los botes:
- Al baño maría deben hervir por lo menos 5 minutos y se dejan secar boca abajo encima de un trapo o papel de cocina.
- Para esterilizarlos en el microondas se llenan de agua hasta la mitad y se meten en el micro por lo menos 5 minutos, de manera que el agua hierva dentro del bote. Luego se sacan y se dejan secar boca abajo encima de un trapo o papel de cocina. Las tapas, al ser metálicas, no se pueden meter en el micro y se hierven en una olla con agua 5 minutos.
Hacer el vacío:
- Para hacer el vacío, una vez llenos con la mermelada se tapan y se introducen en una olla totalmente cubiertos de agua y se dejan hervir por lo menos 20 minutos. Se sacan, se dejan enfriar y ya están listos para guardar.
- Otra forma de hacer el vacío sin necesidad de hervirlos que es la que yo utilizo es llenar los tarros con la mermelada caliente, taparlos y dar la vuelta a los botes. Se dejan en esta posición hasta que estén totalmente fríos que es cuando les daremos la vuelta y ya estarán listos para guardar en la despensa.
Es importante poner la fecha en el bote, para ir consumiendo primero las conservas más antiguas.
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