Tenía en el frutero unos cuantos melocotones maduros que a mi personalmente no me gustan para comer, prefiero los melocotones mas "duritos" y como no es plan de tirar nada aproveché para convertirlos en una deliciosa y aromática mermelada.
Y digo aromática porque le he añadido canela y el olor mientras se cocinaba era exquisito. Y el sabor más, porque ha quedado una mermelada muy suave y deliciosa ideal para usarla en tostadas o en postres. De hecho la usé en mi tarta de manzana para llevar a los compañeros de trabajo y quedaron encantados.
Ya sabéis que yo uso la thermomix para casi todo, es muy útil y práctica para elaborar cosas que requieren una atención continua como es el caso de algunos postres o de las mermeladas. Pero eso no quita para que no intentéis hacerla a la manera tradicional. ¡Probadla!
INGREDIENTES:
300 gr de melocotón
250 gr de azúcar
30 ml de zumo de limón (hay que colarlo antes)
1 cucharada de canela molida
PREPARACIÓN:
Pelamos los melocotones y los troceamos. Los ponemos en el vaso de la thermomix junto con el azucar, canela y zumo de limón. Trituramos 10 segundos a velocidad 7 y comprobamos que está a nuestro gusto. A mi no me gustan los "tropezones" y la trituro totalmente pero si os gusta encontrar trocitos, la trituración debe ser menor.
Programamos 30 minutos a temperatura Varoma y velocidad 1. Mientras se hace, pondremos a hervir los botes donde la vayamos a guardar.
Al acabar comprobamos la textura, tened en cuenta que al enfriar se espesa, pero si os gusta más espesa podemos poner unos minutos mas.
Si no tenéis thermomix, vamos a triturar todo con la batidora y pondremos la mezcla en un cazo grande y calentaremos durante una media hora removiendo y a fuego no muy fuerte.
Trituramos todos los ingredientes.
Los ponemos a cocer.
Y al acabar la vertemos en los botes esterilizados. Poned una cucharilla para que el contraste de calor no haga estallar el cristal. Cerramos bien y damos la vuelta para hacer el vacío.
Una mermelada de sabor muy delicado.
Os aguantará bastante en la nevera. El azucar es un buen conservante.