Casi he estado a punto de no publicar esta entrada.
De hecho no hice fotos con intención de publicarlas en el blog, pero al final pensé que podía servirle a alguien porque aunque no es una mermelada propiamente dicha (no lleva azúcar) tiene la textura de mermelada y queda bastante rica.
El hecho de ponerle semillas de chía y no usar azúcar sino miel la diferencia de las mermeladas tradicionales. Tenedlo en cuenta porque no se va a conservar tanto tiempo como la mermelada. Yo hice poca cantidad para gastarla en una semana.
Añadir semillas de chía le da un valor añadido a esta receta. Ya sabéis los beneficios que tiene y la riqueza en fibra, ese fue uno de los motivos por lo que la incluí. No afecta a la textura, ni al sabor y contiene mas nutrientes.
En fin, que espero que os guste.
INGREDIENTES:
300 gr de fresas
zumo de medio limón
3 cucharadas de miel
2 cucharaditas de semillas de chía (unos 10 o 15 gr)
PREPARACIÓN:
Lavamos las fresas, le quitamos el rabito y las ponemos en el vaso de la thermomix con el zumo de limón. Troceamos 1 segundo a velocidad 5. Agregamos la miel y programamos 30 minutos, 100º y velocidad 1.
Al acabar añadimos las semillas de chia y cocinamos unos 5 minutos más a 100º y velocidad 1. Comprobamos si tiene la textura que nos gusta (tened en cuenta que al enfriar espesa un poco) Si la queremos mas triturada, esperamos que se enfríe y trituramos 10 segundos a velocidad 4.
Vertemos en un bote que previamente habremos esterilizado hirviéndolo con la tapa. Dejamos enfriar y guardamos en la nevera. Os recuerdo que solo durará unos días en la nevera.
Como no tenía pensado publicar esta receta, no tengo casi fotos (¡sorry!). Lavamos las fresas y las trituramos con el zumo de limón. Agregamos la miel y cocinamos. Al final añadimos la chia .
Tomadla en tostadas o con yogur, ya veréis que rica.
Fuente: este post proviene de Tapitas y postres, donde puedes consultar el contenido original.
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