Este verano las parras, se han portado como unas verdaderas campeonas.
Vamos, no vayáis a pensar que lo mío es una producción a lo Angela Channing. Tan sólo se trata de cinco parras a la puerta de casa, que este año estaban cargadísimas de racimos de un tamaño extraordinario.
Todavía queda alguno despistado, que no tardaré en cortar .
A principios de Agosto me llevé una grata sorpresa. Desde mi habitación vi un racimo que parecía que ya estaba listo y se me ocurrió salir con las tijeras y un plato. Cuando lo corté, y empecé a levantar hojas, madremía madremía madremía . . . todo lo que allí había.
Entré a coger un cesto bien grande, y de nuevo con las tijeras, corta que te corta. En un momento tenía como cuatro kilos. Ahí paré, tenía que pensar qué iba a hacer con tal producción, ya seguiría al día siguiente .
Y como a todos , lo que antes se nos ocurre al tener un excedente de fruta en casa, es hacer mermelada. No es la primera vez que la hago de uvas, y aunque no suele ser uno de los sabores más conocidos, os aseguro que es toda una delicia .
¿No os llama la atención? De ser una uva blanca , qué bonito color alcanza al hacerse mermelada .
Ahora, vamos al lío.
* Separamos las uvas de los racimos .
* Las lavamos y dejamos en un colador para que eliminen el agua .
* Las llevamos a una olla y añadimos el azúcar, movemos para que se mezclen .
*Las dejamos a fuego medio. Cuando lleven un rato hirviendo en su propio jugo, presionamos alguna uva para ver si está blanda. Pasamos todo por un colador fino para eliminar pieles y pepitas. En este paso me ayudo de un cazo sopero. Presiono bien fuerte, y las pieles queden bien escurridas.
Antes de colar, podemos reservar algunas uvas, para añadirlas a los botes, una vez hecha la mermelada .
* Una vez colado, veremos que todavía está muy líquido. Es un jarabe, pero tiene que seguir espesando. Así que lo dejamos cocer a fuego medio, tardará más o menos una hora.
Movemos de vez en cuando con una cuchara de madera y comprobando el espesor. Tendremos en cuenta que una vez fría, espesará un poco más.
* Para ver el punto de espesor, pondremos en un plato una cucharada de mermelada y hacemos un camino con el dedo, si no se vuelve a cerrar, la apartaremos.
* Ya podemos llenar los botes esterilizados con la mermelada aún caliente, y los dejamos boca abajo hasta que enfríen, de esta forma se hará el vacío .
Por supuesto que he hecho más recetas con uvas, ya os las iré enseñando.
Os la recomiendo para acompañar quesos, patés, rellenar tartas ,bizcochos o magdalenas, añadirla al yogur natural . . . .
Como más me gusta, es en una tostada sobre un hilo de aceite de oliva.
Y eso es todo amigos, nos vemos en la siguiente entrada, sean felices o al menos, inténtenlo.
* La uva es una fruta muy rica en pectina, así que no necesitamos añadir manzana , limón , ni ninguna otra fruta para ayudar a que espese . Ella sola se basta .
* Se denomina Mermelada Extra , cuando el porcentaje de fruta supera el cuarenta y cinco por ciento de la mermelada . En este caso , llega a ser de un sesenta y cinco por ciento .
* Otros años, he añadido alguna especia, me refiero a una rama de canela o vaina de vainilla . Pero en casa prefieren la mermelada sin nada . Aunque cuando la he regalado , tanto con una como con otra, han sido un éxito rotundo.
* Como se puede ver en el fondo del bote , hay algunas uvas , me gusta añadirlas para darle un punto de fruta entera a la mermelada .
* Esta mermelada podéis hacerla, cuando el último día del año{vamosl el 31 de Diciempre de toda la vida}, os reunís en casa y cada uno se presenta con un racimo de uvas porque no os habíais puesto de acuerdo, después hay tantas en el frigo que no sabe una qué hacer con ellas. Y ahora, que es temporada de uvas, si algún vecino, prima o amigo se presenta en tu casa con unos buenos racimos, no lo dudes y hazte unos botes de mermelada.
Lo dicho , una verdadera exquisitez .