Hoy os proponemos una receta como mínimo poco habitual. Puesto que no sabemos hacer vino, cosa que dejamos a las grandes bodegas que hay en nuestro país, nos hemos inclinado por hacer mermelada de uvas y vino. Lo primero que hay que tener en cuenta es que no vale uno cualquiera. Desterrad los tetra-bricks. Si el vino es bueno o medianamente bueno, el resultado final será mucho mejor. Ahora que están de moda los cursillos de cata y tanta gente se las da de entendida en la materia, podéis proponer una cata de mermelada de este tipo para ver quién acierta con la uva utilizada y su zona de procedencia. Una advertencia: el alcohol se consumirá durante la cocción, por consiguiente no temáis acabar por el suelo en plan botellón del sábado noche. Y si tomáis esta mermelada para desayunar no daréis tumbos por la calle. Una sugerencia: esta mermelada también puede servir para acompañar quesos y foies.
RECETA
.
INGREDIENTES
500 gr de uvas rojas con piel pero sin pepitas.
½ litro de vino.
600 g de azúcar.
el zumo de un limón.
½ palito de canela.
20 g de pectina.
.
PREPARACIÓN
En un bol mezclar el azúcar con la pectina y reservar.
Preparar las uvas, quitando todas las pepitas y ponerlas en un cazo a fuego suave junto con el vino, el zumo de limón y la ramita de canela, revolviendo de cuando en cuando.
Cuando lleve unos 20 minutos y la fruta está bien deshecha, pasar brevemente la batidora para que los hollejos de la uva queden triturados. No es conveniente utilizar mucho tiempo la batidora para que la mermelada mantenga una textura media.
Añadir el contenido del bol del azúcar a la mermelada, revolviendo intensamente.
Cuando el azúcar esté bien disuelto, subir la temperatura para que la pectina gelifique y hervir unos 5-10 minutos más.
Desespumar si es necesario, dejar enfriar, envasar en botes de cristal y esterilizar.
.
CONSEJO
Tras varias pruebas os aconsejamos dejar enfriar la mermelada antes de pasar a los botes para su esterilización porque hemos observado que la gelificación es mejor.