Esta masa la llevo haciendo mucho tiempo y sale siempre bien. La publiqué en mis comienzos con el blog y como sucedía por aquel entonces, no tenía fotos ni grandes explicaciones, así que bien merecía una nueva publicación.
No es una masa tipo italiana, más bien recuerda a la de las empanadillas o empanadas con un punto más crujiente. Aguanta bien cualquier relleno que queramos ponerle.
Con estas medidas salen dos pizzas como en la foto. La que sobra se puede congelar en forma de bola dentro de una bolsita y descongelarla en la nevera de un día para otro cuando la volvamos a necesitar. Se vuelve a amasar unos instantes y extendemos.
Para dos pizzas:
-un yogurt natural (125 ml.)
-una medida del yogurt de aceite
-una medida del yogurt de leche
-un sobre de levadura
-una cucharadita pequeña de sal
-Harina (la que admita)
En un bol ponemos el yogurt, la medida de aceite y la de leche. Añadimos el sobre de levadura y la sal.
Echamos la harina, de momento la misma cantidad que lo que hay líquido en el bol.
Amasamos a mano o con las varillas de amasar.
Vamos echando harina y amasando hasta que se despegue de las paredes del bol y se pueda amasar con las manos sin que se nos quede pegada.
Este es el punto, no pongo medidas porque no todas las harinas son iguales y así siempre sale.
Amasamos unos minutos con las manos y hacemos una bola que aplastamos en el fondo del bol.
Tapamos con un paño limpio y dejamos reposar mínimo un par de horas.
Yo la preparo por la mañana para gastarla por la noche.
Cuando la destapamos está así.
Amasamos de nuevo con las manos y recuperamos su textura.
Enharinamos un rodillo y aplanamos, dejándola lo más fina posible.
Ponemos tomate frito casero, queso rallado (yo puse gouda) y el fiambre de pollo. Espolvoreamos con orégano y metemos al horno fuerte precalentado durante unos 30 minutos (depende de cada horno). Tienen que quedar los bordos tostados.
Sacamos del horno y a disfrutar. Esta buena incluso al día siguiente.
Mi publicación de 2013
Mi masa para tartas saladas