Con algo más de margen que la semana pasada, estoy de vuelta por aquí con mi propuesta para el segundo de los #retoslimoneros que nos propone La Lechera este verano. En esta ocasión, nos invitan a elaborar una receta de polos o helados que contengan limón y leche condensada.
El smoothie de aguacate, limón y leche condensada que preparé para el primer reto estaba tan requetebueno, que dudaba de mi capacidad para poder hacer algo que estuviera a la altura. Pero me quedé corta. He superado con creces mis expectativas. La receta de hoy os aseguro que, como poco, iguala el nivelazo de la anterior. Fácil, con una apariencia de quitar el sentido y encima deliciosa nivel supremo. Son unos mini helados con un interior híper cremoso y elaborados a base de curd de limón (casero, por supuesto) y leche condensada y cubiertos por una crujiente capa de chocolate blanco. De verdad, os prometo que quedan súper cremositos, y sin necesidad de heladeras ni aparatejos imposibles. Por último, para rematar el pecado, y por eso de decorarlos un poquito (y una, que es barroca por naturaleza -sólo tenéis que echar un ligero vistazo por las fotos de las tartas que elaboro en el obrador-), no me pude resistir a espolvorear unas miguitas de cookies sobre la cobertura de chocolate. Y es que, últimamente, otra cosa no habrá, pero galletas y pruebas de galletas y masas de galletas tengo para dar, tomar y regalar.
No me enrollo más, y os dejo ya mismo con la receta de estos mini magnum, bien fresquitos, con un sabor delicioso, un interior cremosísimo, con el punto justo de dulzor y una cobertura de chocolate blanco que hace que cada mordisco sea puro deleite.
Mini magnum de curd de limón y leche condensada:
INGREDIENTES (salen 8 minis)
- Para el curd de limón:
1 huevo L
35g de azúcar blanquilla
Pizca de sal
15g de zumo de limón
La piel rallada de medio limón
1 y 1/2 cucharadas de mantequilla, a temperatura ambiente
- Para los helados:
Todo el curd de limón anterior
50g de leche condensada
140g de nata (crema de leche) líquida para montar (35% m.g.)
1/4 de cucharadita de vainilla en pasta
300g de chocolate blanco para postres
Migas de galleta (opcional)
PREPARACIÓN
- Para el curd de limón:
Batimos todos los ingredientes excepto la mantequilla. Agregamos dentro de un cazo y calentamos a fuego medio/bajo hasta que espese, removiendo continuamente con unas varillas.
Retiramos del fuego, y añadimos la mantequilla. La incorporamos hasta que se disuelva por toda la mezcla.
Colamos la preparación para evitar los trocitos de ralladura en nuestro helado. Trasladamos a un cuenco y dejamos enfriar mientras seguimos con el resto de la elaboración.
- Para los helados:
Cuando el curd esté frío o a temperatura ambiente, le añadimos dentro la leche condensada. Mezclamos muy bien para que ambos ingredientes se integren perfectamente.
Por otro lado, montamos la nata (crema de leche) con la vainilla. La añadimos a la preparación anterior y removemos con suavidad con la ayuda de una espátula de silicona.
Rellenamos nuestros moldes con la mezcla y congelamos, mínimo, durante unas seis horas.
Cuando los helados estén bien congelados, fundimos el chocolate blanco. Desmoldamos nuestros polos y los bañamos en la cobertura. De manera opcional, podéis espolvorear unas migas de galleta sobre el chocolate justo antes de que solidifique por completo (las mías eran unas cookies de chocolate negro y chocolate blanco que tenía por casa).