Tocaba día ajetreado de compras y cocinar. No me podía liar, como me suele pasar, a preparar platos demasiado elaborados, no había tiempo y no me apetecía estar metida en la cocina demasiadas horas.
Así que, menú sencillo y rápido pero sin renunciar a que fuese espectacular en cuanto a presentación y degustación:
-Gamba blanca de Huelva. Cocer, dejar enfriar y listo.
–Salpicón de pulpo. Picar, aliñar y emplatar.
–Empanada de tomate y queso de cabra. Esta vez comprada
–Solomillo de ternera con salsa de cabrales. Preparar la salsa, carne a la plancha y servir.
–Mousse de limón. Mezclar ingredientes, batir y en 15 minutos lista.
Hoy os dejo la receta de la mousse de limón que hacía una de mis abuelas, servida en las copas donde me encantaba comer la macedonia de frutas, regada con "encuentro" (que le dice mi abuela al Cointreau) que hace mi otra abuela. Qué de recuerdos en un momentito.
Realmente ésta es una falsa mousse. ¿Por qué?
Pues porque la mousse es un preparado cuya base es el huevo, que separados sus dos componentes y bien batidos y cocinados, le dan esa consistencia esponjosa, con pequeñísimas burbujas características de este postre de origen francés.
Y la que os traigo hoy no lleva huevo, perfecta para los que seáis intolerantes a este ingrediente, pero no tendrá la verdadera textura de mousse, y no por ello deja de estar deliciosa.
Además es muchísimo más fácil y rápida de preparar que la original. Con lo que todavía estáis a tiempo de prepararla para la comida de Reyes.
Un postre rico, muy refrescante, con un toque ácido que hace que no sea empalagoso y nada pesado, perfecto como colofón a una copiosa comida.
Vamos a ello.
Ingredientes para 6 personas:
?150 g de leche condensada.
?La ralladura de un limón.
?El zumo de 2 limones.
?2 yogures naturales azucarados.
?250 ml de nata (crema de leche) para montar.
?50 g de azúcar.
Elaboración:
Limpiamos bien la piel de los limones.
Rallamos un limón (o los dos y guardamos la piel de uno de ellos para otra ocasión, la podéis congelar) y reservamos.
Exprimimos los dos limones.
Montamos bien firme la nata (crema de leche) con el azúcar.
En otro bol echamos la leche condensada, el zumo de limón, la ralladura de limón y los yogures y batimos bien.
Añadimos la nata montada (crema de leche) y batimos ligeramente, sólo hasta que esté todo bien integrado, pero no demasiado para que no se nos baje la nata (crema de leche).
Repartimos la crema en copas individuales y metemos al frigorífico.
Tenemos que dejar en enfriar la crema al menos dos horas, mejor si la dejáis de un día para otro.
A la hora de servirla, podéis decorarla con un poco de la ralladura de limón, unas hojitas de menta o unos frutos rojos.
Un postre espectacular listo en un santiamén.