Peter, dueño del local y australiano de nacimiento con raíces asiáticas, transporta a Barcelona su conocimiento de la cocina huyendo de fusiones tan extendidas en la Ciudad Condal. Una reivindicación que tanto él como su mujer ucraniana remarcan constantemente.
Peter conoce bien de lo que habla. Mientras nos explica sus experiencias en Hong Kong y Nueva York, entre muchas otras, nos prepara un Dry Martini con sake.
Cada uno de sus platos se elabora con el máximo respeto por un producto fresco y de calidad, con rigor en la preparación y sabores reales sin florituras. Una perfecta combinación de sabores, especies y contrastes milimétricamente controlados y preparados para que cada papila gustativa de tu paladar explosione en un momento concreto.
Croquetas al estilo Nomm Bcn.
Ceviche de gambas tailandés. El sabor de Bangkok.
Tuna tartar con perlas de wasabi, noodles de arroz, kimchi y jengibre.
Panceta de cerdo a baja temperatura con salsa de ajo.
Steak tartar con yema de huevo, perlas de wasabi, pera y miel.
Beef tataki con setas.
Gyozas de Wagyu con foie.
Imperial Crab. Cuenta la leyenda que la reina quería cangrejo, pero en plena invierno y su lejanía de la costa, conseguir ese manjar era de lo más complicado. Por eso, el cocinero se las ingenió para idear un plato cuyo sabor y textura es clavadito. Un trampantojo con claras, yema, pescado blanco y caldo de soja en la base.
Cerramos la noche con una Mousse de chocolate un tanto curiosa.
Para tu bolsillo: €€€€€ (Aprox. 20€/persona).
Lo mejor: El sorprendente Imperial Crab ya que no esperas un sabor tan parecido al cangrejo con ingredientes tan diferentes.
Dirección: Av. del Paraŀlel, 130, (08015 Barcelona).
Horario: De martes a jueves de 19 a 01h. Viernes y sábado de 19 a 03h.
Fuente: este post proviene de Sal & Dulzura, donde puedes consultar el contenido original.
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