Esta receta de la tarta de chocolate blanco con mermelada de arándanos casera la he creado inspirándome en Delight Fuel. Julia hace maravillas que me fascinas y las adapto a mi gusto e ingredientes que tengo a mano. ¿Quieres ver más recetas dulces? ¡Trastea por aquí!
Ingredientes para tu cremosa tarta de chocolate blanco:
Para la base:
2 tazas de copos de avena sin gluten
1 taza de almendras
7 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
3 cucharadas de miel
Para el relleno de arándanos:
2 tazas de arándanos
1 taza de agua
7 hojas de gelatina o 1 cucharadita de agar agar para hacer la receta vegana
1/4 de taza de miel
Para la cobertura de chocolate blanco:
120gr de chocolate blanco
1 taza de anacardos
2/3 de taza de leche de avena
Una pizca de sal
Paso a paso para crear tu tarta y triunfar:
Lo primero que haremos será precalentar el horno arriba y abajo a 170º.
Luego pondremos en un procesador de alimentos o una picadora eléctrica la avena con la almendras y procesarlo hasta que se haya triturado bastante para crear la base de la tarta. Ahora añade el aceite y la miel. Mezcla bien hasta que quede bien integrado.
Coge un poco de aceite y embadurna el molde que vas a usar para evitar que se pegue. A continuación, crea la base de la tarta y métela al horno unos 5-10min hasta que veas que está hecha y dorada.
Ahora empezaremos con la mermelada de arándanos. En un cazo a fuego medio pon los arándanos con el agua. Pasados unos 15min añade la miel y cuécelo otros 15min más. Mientras haces esto, pon la gelatina en remojo en agua fría para que se ablande. Luego coge las láminas de gelatina y ponla con la mermelada.
Cuando esté cocida, coge una batidora y tritura bien la mermelada. Deja que enfríe un poco antes de vertirla sobre la base. Es importante ya que si no se calentará la base y se filtrará. Cuando este tiempo pase, pon la mermelada en la tarta. Métela a la nevera o en el congelador hasta que la gelatina se haya endurecido.
Ahora vamos a por la cremosa cobertura de chocolate blanco. En otro cazo, o en el mismo bieeeeen limpio para que no queden restos, funde el chocolate blanco con mucho cuidado para que no se pegue. Piensa que si se te queda el chocolate, tendrás que volver a empezar porque es imposible de rescatar. En un procesador de alimentos tritura los anacardos junto con la leche de avena. Si ves que queda muy líquida la mezcla, pon un poco de agua. Añade la pizca de sal y el chocolate blanco. Vuelve a triturar.
Ahora tan solo te queda un último paso: verter la cobertura y otra vez a enfriar.
Decórala a tu gusto y… ¡a disfrutarla!
Si te animas a hacerla, me encantará curiosear cómo os te quedado así que no dudes en etiquetarme en Instagram @salydulzura