En mi casa, cuando yo era niña, se preparaban exclusivamente con manteca de cerdo, aunque se puede variar la proporción de mantequilla y manteca a vuestro gusto. Yo las hago con mantequilla porque son más suaves de sabor y los niños las prefieren. También se les pone ralladura de limón, y hay quien les pone un poquito de levadura química, para que sean blanditas en vez de crujientes.
Las orejas son un dulce de fiesta, sólo las hago una o dos veces en el año, no soy muy de hacer dulces fritos, así que mis hijos las disfrutan muchísimo. Es una de esas recetas que me devuelven a la infancia, en mi casa era mi abuela la que las hacía siempre. Llenaba dos tinas enormes de orejas, debía pasarse todo el día haciéndolas. Las dejaba en el pasillo, y nunca pasaba nadie al lado de las tinas sin llevarse una oreja... Cuando veía que se estaban acabando, las llenaba otra vez, y así durante todos los Carnavales... ¡¡Qué recuerdos!!
Orejas {de Carnaval}
Ingredientes salen 16 orejas grandes
500 g de harina.
125 ml de leche.
2 cucharadas de anís.
2 huevos.
75 g de mantequilla.
50 g de manteca de cerdo.
100 g de azúcar.
aceite de girasol {para freír}.
Preparación:
1. Hacemos una masa con la leche, el anís, los huevos batidos, la mantequilla y la manteca {a temperatura ambiente}, el azúcar y la harina. Echamos la harina en varias veces, no siempre necesitaremos la misma cantidad, dependiendo del tipo de harina, el tamaño de los huevos... La masa ha de quedar compacta y manejable, no pegajosa, aunque es una masa con bastante grasa. Envolvemos nuestra masa en papel film y la dejamos un par de horas en la nevera, para que repose, se enfríe y sea más fácil de estirar.
2. Calentamos a fuego no muy fuerte abundante aceite en una sartén. Es importante que las orejas floten en el aceite para que no se quemen.
3. Dividimos la masa en porciones y las estiramos con el rodillo sobre una superficie enharinada hasta que estén muy finas.
4. Las vamos friendo una a una, y les damos forma con un tenedor presionando con suavidad por los laterales. Sacamos a un papel absorbente y dejamos escurrir.
5. Una vez frías, las espolvoreamos con azúcar glas.