¡¡Ya era hora de que colgara alguna receta con la panificadora!! Me volví loca haciendo helados y más helados en verano (cuando salió a la venta la panificadora) y la dejé algo aparcada?
Ahora entiendo eso que tantas veces leemos de que nada como el pan hecho en casa? Y si es en panificadora mejor!! Bueno, en realidad está mucho más bueno el pan amasado a mano de la manera tradicional y en horno, pero es que la panificadora es un invento que nos ahorra muchísimo trabajo, que incluso podemos programar para tenerlo listo a primera hora de la mañana.
Este pan blanco puede sustituir perfectamente al pan de molde que compramos en el supermercado, sí ese que aguanta perfecto y blandito varios meses por algún extraño motivo ;)
Tiene una miga más densa y consistente lo que hace que sea perfecto para hacer un sándwich por ejemplo, aunque a primera hora de la mañana con mantequilla y mermelada es fabuloso.
Receta pan blanco (panificadora):
Ingredientes:
· 200 ml de agua*
· 85 ml de leche
· 1 cucharada sopera de aceite de oliva virgen extra
· 1 cucharadita de vinagre blanco
· 1 sobre de levadura de panadería
· 450 gr de harina de fuerza
· 1 cucharadita de sal
· 1 cucharadita de azúcar
Paso a paso:
1. Vertemos en la cubeta todos los ingredientes, teniendo especial cuidado de no juntar la levadura de panadería con la sal (las ponemos en esquinas diferentes)
2. Encendemos nuestra panificadora en el programa ?pan blanco?, 750g y tueste medio
Consejos:
· *El secreto para que nuestro pan salga perfecto está en la cantidad de agua/leche que añadimos, si hay demasiado líquido nuestro pan se hundirá por el centro, si no hay suficiente nos quedará un pan duro. La proporción agua-harina varía dependiendo de muchas circunstancias, incluso del clima. Yo en la receta muestro la cantidad agua-harina que me funciona a mí.
o Si tras 10 minutos del primer amasado veis que aun hay agua en la cubeta hay que añadir más harina, lo haremos de 10 gramos en 10 gramos hasta obtener una bola homogénea.
o Si tras 10 minutos del primer amasado vemos una pasta con migas y que aun no forma unas masa lisa hay que añadir más agua, lo hacemos de 10 ml en 10 ml hasta obtener una bola homogénea.
· Podemos retirar las aspas amasadoras justo cuando termine el segundo amasado, así evitamos que nos dejen unos agujeros poco estéticos en el pan ya horneado.
· Es fundamental emplear una harina de fuerza de buena calidad.
· Si queréis una corteza más blanquita debemos seleccionar el grado de tueste más bajo y sustituir la cantidad de leche por más agua (para que me entendáis serían 285 ml de agua).
¡Besos a tutiplén!