Supongo que conoces la historia de Heidi, la huerfanita que va a vivir a los Alpes con un abuelo que no conoce y al que todos los habitantes del pueblo donde vivía tenían miedo porque era muy huraño y no se relacionaba con nadie. A Heidi le encanta vivir en las montañas, en contacto con la naturaleza junto a su amigo Pedro, el pastor que cuida de las cabras de los aldeanos del pueblo. Cuando más feliz estaba en las montañas vuelve su tía para recogerla y llevarla a la ciudad de Frankfurt donde se convertirá en la compañía de Clara Sesemann, una niña inválida y donde sufrirá las iras de la Señorita Rottenmeier y vivirá un montón de aventuras y desventuras.
Este es el cuento sobre el que vamos a preparar una mesa dulce en #Unagalletauncuento y fue elegido por Mari Angeles del blog RecetasAbc que resultó ganadora en el mes de Noviembre con su receta Dulce de Mango y Piña para el cuento Robinson Crusoe.
Si hay algo que siempre recuerdo de este cuento es la obsesión que tenía Heidi por guardar los panecillos para llevárselos a la abuela de Pedro. La pobre abuela no tenía dientes y no podía comer pan con corteza por eso Heidi le quería llevar esos bollitos tan blanditos que le ponían en casa de los Sesemann en las comidas.
Así que mi elección para este cuento han sido estos riquísimos PANECILLOS DE LA ABUELA.
La receta es para preparar unos 15 panecillos. Si quieres hacer más, sólo tienes que doblar las cantidades.
Y como el amasado te lo hace la Thermomix, ni siquiera tienes que pringarte las manos.
INGREDIENTES:
- 125 grs de leche
- 25 grs de mantequilla sin sal
- 25 grs de azúcar
- 1/2 cucharadira de sal
- 15 grs de levadura fresca de panadería
- 225 grs de harina
PREPARACIÓN:
1. Vierte en el vaso la leche, la mantequilla, el azúcar y la sal. Programa 2 minutos, 37 grados, velocidad 2.
2. Añade la levadura y mezcla 10 segundos a velocidad 4.
3. Incorpora la harina, mezcla 15 segundos en velocidad 6 y a continuación programa 3 minutos en velocidad Espiga.
4. Saca la masa del vaso, y dale a la masa forma de churrito alargado u otra que quieras que quieras, y pinta la superficie con leche. Déjala reposar hasta que doble su volumen.
5. Precalienta el horno a 200 grados.
6. Introduce la bandeja con los panecillos y hornéalos hasta que cojan un bonito color dorado.
Una vez horneados sácalos del horno, déjalos enfriar y ya los puedes rellenar con lo que quieras. Admiten tanto relleno dulce (nocilla, chocolate, mermelada, etc) como salado (embutido, mantequilla, paté, etc), así que son muy versátiles y además muy fáciles de comer. Y despues de lo que les han gustado a mis hijas puedo afirmar que a los niños les encantarán. Como no son muy grandes, son muy fáciles de comer y no les importará repetir.
Ya estoy deseando las ideas de mis compañeras. Si tú también quieres verlas pincha sobre el logo
Espero que los hagas y si tienes cualquier duda puedes preguntadme lo que sea a través del formulario de contacto del blog. Te contestaré lo antes posible.
¡Nos vemos pronto!
Blanca