Es un postre muy sencillo de preparar, la única precaución que requiere es prepararlo con la antelación suficiente para que pueda cuajar bien y se pueda desmoldar fácilmente.
Nunca la había preparado y era una de mis asignaturas pendientes (ya la he tachado de mi lista) y ha sido el postre que he elegido este año para celebrar el #DíadeSanValentin y sorprender a mi marido.
Las cantidades que he utilizado son para cinco moldes. Si queréis hacer más solo tenéis que multiplicar las cantidades.
INGREDIENTES:
- 400 ml de nata (crema de leche) para montar
- 100 grs de azúcar
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 5 hojas de gelatina neutra
- 5 fresas cortadas en láminas
PREPARACIÓN:
1. Verter la nata (crema de leche) en un cazo y poner al fuego. Calentar sin que llegue a hervir. Unos 10 minutos aproximadamente.
2. En un recipiente lleno de agua fría colocamos las hojas de gelatina para que se hidraten bien.
3. Retirar del fuego la nata (crema de leche) y añadir el azúcar y la vainilla removiendo bien para que todo quede perfectamente integrado.
4. Escurrir bien las hojas de gelatina y añadir a la nata (crema de leche).
5. Colocar las fresas alrededor del molde que vayais a utilizar y verter un poco de la nata (crema de leche).
6. Enfriar un poco en el congelador para que cuaje la nata (crema de leche) y las fresas no se muevan de su sitio.
7. Sacar del congelador y rellenar hasta completar el molde.
8. Dejar enfriar antes de meter los moldes en el frigorífico.
9. Esperar unas 4 horas antes de desmoldar y decorarlos.
¡Nos vemos pronto! Blanca
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