La pannacotta, ese postre italiano que me ayudó en mis inicios cuando arrancaba con cosas fáciles en la cocina.
La receta básica es uno de los postres que más me gustan acompañada de una buena mermelada o coulís de frutas casero.
A partir de aquí podéis jugar con infinidad de ingredientes y sabores teniendo como base una buena materia prima como nata (crema de leche).
Aromas varios como frutas o licores, chocolates de diferentes tipos o incluso haciéndola salada como aperitivo hacen que sea un postre muy versátil. Pero por supuesto no menos delicioso y no ha de envidiar para nada a otros.
La piña, en este caso le aporta ligereza, no sabor. El sabor predominante en este postre es el de almendra tostada, que lo vuelve especial.
INGREDIENTES
300ml nata (crema de leche) para montar
200ml leche a vuestro gusto (ver notas)
3 cucharadas soperas de azúcar
5 hojas de gelatina
1 lata pequeña de piña natural en su jugo
Ralladura de 1 naranja
80 gr almendra laminada
Escurrimos bien la piña, la cortamos a trocitos y la reservamos.
En una sartén a fuego mínimo tostamos poco a poco las almendras.
Ponemos a hidratar las hojas de gelatina en agua fría.
En un cazo al fuego ponemos la nata (crema de leche), la leche, azúcar y ralladura de naranja hasta que se disuelva el azúcar y rompa a hervir. Retiramos.
Escurrimos la gelatina y mezclamos con la mezcla anterior hasta disolver.
En un vaso batidor ponemos la piña a trocitos pequeños, la mezcla de nata (crema de leche) y las almendras tostadas. Batimos hasta que nos resulte una mezcla fina.
Disponemos la mezcla en los recipientes deseados.
Dejamos enfriar a temperatura ambiente y llevamos a la nevera a reposar y cuajar, al menos 8 horas.
Retiramos de la nevera 30 minutos antes de ser consumido.
NOTAS
Yo bato primero la piña con la mezcla de nata (crema de leche), seguidamente añado las almendras y le doy unos toques. A mí me gusta notar los trozos de frutos secos.
Yo uso leche entera, pero aquí podéis jugar con leches vegetales para que resulte más ligera.
Fuente: este post proviene de La rosquilla de la tía Laura, donde puedes consultar el contenido original.
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