Las descubrí hace unas semanas en un miniviaje que hice con un amigo para una boda en Cartagena. En el hotel, había un “desayuno antiox”, que se componía, además de zumos naturales de frutas, de yogur más los toppings que se quisiera de una buena variedad que había en el mostrador. Y entre cereales de varios tipos, había varias frutas deshidratadas en daditos.
El sabor me pareció todo un descubrimiento, tanto que no he parado hasta localizar varios sitios entre los que poder hacer la mezcla que al final me ha gustado, que se compone de: arándanos, fresas, papaya, mango, melón, manzana, piña, kiwi y, si encuentro algo nuevo, pues allá que va.
La textura es estupenda, entre crujiente y blandita, y el sabor intenso y dulce. Además, han conseguido que coma frutas tropicales, que son uno de mis “anti” en la cocina.
Me pareció que, dado que como me gustan más es con leche y cereales, un postre lácteo podría tener un muy buen sabor si las incluía en él, así que, con mis experimentos con las pannacottas, probé a hacer una con daditos, en este caso, de papaya y melón.
Ingredientes para 6 raciones:
- 1 litro de leche semidesnatada
- 3 cucharadas rasas de sacarina en polvo
- 2 sobres de agar-agar
- unos 100grs de daditos de frutas
En un cazo puse la leche a calentar, menos un poco que reservé. Cuando ya estuvo caliente le añadí la sacarina y los daditos de frutas. Con esto se consiguió que éstan se ablandasen un poquito y que la leche cogiese sabor de ellas.
Aparte diluí el agar-agar en la leche fría, y lo añadí a la leche caliente. Después de incorporarlo, hay que dejar hervir la leche un par de minutos.
Y listo. Lo último fue repartirla en moldes y dejarlos enfriar, para después reservarlos en la nevera unas horas hasta el momento de consumirlos.
Quedaron muy buenas
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