Por fin tengo un reto en el que tengo que preparar pasta fresca...
Hace bastante tiempo que tengo artilugios varios para trabajar la pasta. De hecho, hace algún tiempo tuve un máquina que hacía todo el proceso de la pasta ella solita: amasaba, hacía la pasta (espaguetis, tallarines, e incluso macarrones). La teoría era que yo solo debía poner los ingredientes y controlar que todo fuera bien. La realidad fue que me pringaba toda la mañana del domingo para sacar un platito de pasta para cada uno, la cocina quedaba hecha unos zorros con harina y trozos de pasta por todos los lados y yo había visto trabajar a la máquina que hacía un ruido infernal y que sacaba tubos de pasta que, o te espabilabas o se pegaban unos con otros, haciendo todo un amasijo.
En fin... afortunadamente la máquina se rompió y decidí utilizar el método tradicional, con la manivela y el rodillo. La pasta fresca también se puede hacer con un estilo mucho más artesanal y consiste en alisar la masa con el rodillo de madera y cortar con un cuchillo. De todas formas si queréis hacer pasta fresca de vez en cuando, os aconsejo que os compréis el rodillo metálico con la manivela porque vale unos 30 euros y ya lo tienes para siempre.
Bueno, después de este rollo os cuento que esta receta la tengo que hacer para el reto Cocina Regional Italiana,
que nos trae Maggie del blog "El cajón desastre de Maggie" que este mes presenta dos recetas ambas de la región de Abruzzo y ¿ande anda Abruzzo? Pues más o menos es la parte trasera de la bota. Es una comarca montañosa que aunque se encuentra en la Italia central es considerada como la Italia del Sur.
La receta salada propuesta es la de los macarrones a la guitarra (ahora os cuento) y la receta dulce es La torta a due colori, que es ocmo un bizcocho marmolado, creo yo. Si pincháis en los enlaces os llevará la recopilatorio de las recetas que han hecho mis compas.
A ver, eso de los macarrones a la guitarra ("le maccarune a la chetarre") es particular no sólo por la forma de la pasta que es cuadrada, sino justo por el instrumento que se utiliza para cortarla, que le confiere aquella forma: "la guitarra". Su nombre deriva no solo de las características del instrumento-utensilio, sino más bien del sonido que produce el movimiento de los dedos sobre las cuerda de acero para que la masa se despegue una vez que ha sido cortada. Pues, en resumen, la guitarra es el instrumento para cortar la masa.
Pero, bueno, aunque tengo muchos cacharros de cocina (porque me encantan) no tengo una guitarra para cortar los espaguetis cuadrados... opppss. Pero, no pasa nada haremos la pasta como hago la pasta fresca de forma habitual, que además coincide con la receta presentada en el reto.
Ingredientes para 4 personas:
Para la pasta:
400 gramos de harina
4 huevos
1 cucharadita de aceite
1 cucharadita de sal
Para la salsa:
300 gramos de cordero
4 tomates maduros
1 vaso de vino blanco
1 cucharada de aceite de oliva
2 dientes de ajo
Una rama de romero
Sal y pimienta
Queso enmental rallado
Preparación:
Deshuesar el cordero
y cortarlo a trozos,
yo lo he picado con la picadora,
ponlo en una tarrina y déjalo macerar durante dos horas con el vino blanco, un ajo machacado, la rama de romero, sal y pimienta.
Mientras tanto poner la harina en un montoncito.
En el centro romper los huevos, y poner la cucharadita de aceite y una cucharadita de sal.
Mezclar progresivamente hacia el centro con las manos hasta obtener una pasta compacta.
Formar una bola,
y tapar con un trapo de cocina limpio, mojado con agua caliente y bien escurrido; dejar reposar durante 30 minutos en lugar fresco.
Estirar con el rodillo la masa y cortar con la máquina de hacer pasta o con el cuchillo.
Poner la masa en un recipiente ligeramente enharinado y dejarlo reposar 30 minutos.
En una cazuela calienta una cucharada de aceite, un diente de ajo machacado,
unir el cordero marinado con la olla abierta, sofreír durante 10 minutos.
Filtrar la marinada con un colador fino, y ponerlo sobre la carne y dejar evaporar a fuego vivo.
Lavar el tomate, pelarlo, quitarle las semillas y triturarlo,
únelo al cordero u déjalo a fuego moderado.
Continuar la cocción con la olla semicerrada hasta que el tomate esté bien cocinado.
Cocer la pasta en abundante agua salada hasta que quede al dente.
Ponla en un plato
y añadir el cordero con la salsa.
Servir bien caliente. Ponle queso rallado por encima.
Mi opinión: la pasta fresca es una excelente opción para comer. Lleva un poco de tiempo prepararla pero, de vez en cuando, para hacerte un homenaje, no está nada mal. Tiene un sabor diferente a la pasta seca... está rica rica.