Yo los hago en estos moldes pequeñitos, que son dos bocaditos cada uno coma con la receta que os dejo salen 24.
También podéis hacerlos en un molde más grande o en otro formato, sobre todo lo importante es que sea molde de silicona para que no entre agua, puesto que se hace al baño maría.
Queda exactamente igual de bueno tanto con mascarpone como con queso de untar.
Otro punto muy importante es forrar los moldes con papel de horno, ya que crecen mucho durante la cocción y luego bajan un poco. Yo los forro con tiras de papel de horno, para que se peguen bien a los moldes les unta un poquito de mantequilla.
Os dejo ya la receta por si queréis probar esta delicia.
Ingredientes:
125 g de mascarpone o queso de untar
70 g de azúcar
3 claras
3 yemas
1c/p de zumo de limón
25 g de mantequilla
50 ml de leche
30 g de harina
15 g de maicena
Una pizca de sal
Ponemos agua a hervir para ir adelantando el baño maría, y encendemos el horno a 150° calor arriba y abajo.
En un bol grande mezclamos la mantequilla el queso mascarpone ambos a temperatura ambiente, la mitad del azúcar y la leche templada.
Añadimos ahora las yemas una a una, no añadimos la siguiente hasta que el anterior no esté integrada.
Añadimos la harina y la maizena tamizada y una pizca de sal, mezclamos bien y reservamos.
Ahora toca montar las claras, cuando comiencen a espumear les añadimos el zumo de limón, seguimos montando y cuando estén más espumosas añadimos el resto de azúcar, seguimos montando hasta que se formen picos.
Añadimos la mitad de las claras a la masa que teníamos reservada. Vamos mezclando con movimientos envolventes, con mucho cuidado para que no se pierda el aire. Añadimos el resto de las claras y seguimos con los movimientos envolventes.
Pasamos la masa a una jarra o dispensador de masa y vamos llenando 2/3 de cada molde.
Ponemos en la bandeja del horno el agua hirviendo y colocamos el molde. A mí me es más cómodo meter la bandeja solo con el molde y llenarla con cuidado una vez encajada.
Según el tamaño tenemos que estar pendiente del horno, en este tamaño necesitamos 18 minutos de horno más 40 minutos de reposo dentro del horno. Enfriamos unas horas en el frigo y listos para servir.
Desmoldamos y guardamos en un táper o tapados con film, aguantan 5 días, aunque en casa no duran ni dos días.
Si queréis una tarta grande igual de esponjosa doblad las cantidades y seguid todos los pasos, pero 1 hora de horno y 1,5 horas de reposo. Si el molde es de silicona quedará espectacular, comprobado.
Acompañados de sirope son un placer para el paladar.