La verdad, yo siempre he llamado a este plato simplemente patatas con chorizo. Esto de ponerles nombre a las recetas tiene su miga, pero como también las hago a veces de otra forma (con alguna cosita más) y también las llamo patatas con chorizo, pues hoy le pongo éste y así me queda el otro libre para la próxima vez.
El tema de los nombres de las recetas es apasionante de verdad, jajaja. Por ejemplo, el de hoy está claro de dónde viene, pero qué me decís del cordero al chilindrón... ¿Quién o qué era el chilindrón? Voy a tener que buscarlo con mi amigo google, a ver si me entero y lo cuento. Bacalao al pil-pil... o pollo (y tropecientas cosas más) a la cazadora? A esa mujer habría que hacerle un monumento, fuera quien fuera, porque se lo curró a base de bien. Aparece en todos los libros y enciclopedias de cocina, pero nadie sabe su nombre...
Bueno, pues vamos con el plato de hoy, que no puede ser más sencillo. Cuanto mejor sea el chorizo, mejor saldrá, está claro. Personalmente prefiero un buen chorizo picante de León, aunque aquí no lo encuentro muchas veces.
Ingredientes:
- 400 gr. de chorizo (cada uno el que más le guste)
- 6 patatas grandes
- 2 dientes de ajo
- 1 hoja de laurel
- 1 cucharada de pimentón de la vera (para mi es el mejor)
- agua o caldo
- aceite de oliva virgen extra
- sal.
Elaboración:
Sofreímos en un poquito (muy poquito) de aceite de oliva el chorizo en rodajas no muy finas. El chorizo soltará bastante grasa, por eso hay que poner muy poco aceite. Una vez que esté sofrito le ponemos los ajos picaditos, removemos y añadimos las patatas a trozos más o menos iguales. Las patatas las triscamos, es decir cortamos normalmente pero al llegar al final rasgamos el trozo para que cuando se vayan haciendo engorden un poquito el caldo. Salamos y añadimos el pimentón y la hoja de laurel. Damos unas vueltas para que el pimentón impregne todas las patatas.
Cubrimos el guiso con agua o caldo y tapamos la cazuela. Bajamos el fuego y dejamos que se hagan lentamente hasta que las patatas estén tiernas. El tiempo dependerá del tamaño de las patatas.
Una vez que estén hechas las apartamos del fuego y las dejamos reposar un ratito porque quedan más ricas.
Pues eso, patatas con chorizo. El perejil es opcional, pero queda más bonito.
¡Hasta mañana!