La receta que hoy os propongo, la recordaba con añoranza de mi infancia y no he parado hasta conseguir la receta.
Algunas personas hacen las pechugas a la plancha antes de pasarlas por la bechamel, pero quedan algo secas para mi gusto, así que yo las pongo a hervir en caldo, así quedan tiernas y jugosas por el hervido y sabrosas por el saborcito que les aporta el caldo.
La carne de pollo es un alimento:
Con bajo contenido calórico y graso.
Con alto contenido en proteínas.
Con valores de sodio y potasio proporcionales a las necesidades de nuestro organismo.
Fuente de hierro y fosforo.
Con predominio de grasas insaturadas: entre ellas se encuentran las grasas monoinsaturadas como el acido oleico y grasas poliinsaturadas principalmente el acido linoleico (omega 6) y acido linolenico (omega 3).
INGREDIENTES:
-4 pechugas de pollo.
-1 litro de caldo de pollo.
-2 huevos.
-Pan rallado.
-Harina
Para 1 litro de bechamel:
-100 gr de mantequilla.
-100 gr de harina.
-1 litro de leche.
-Nuez moscada.
-Pimienta recién molida.
PREPARACIÓN:
Cortar cada pechuga en 2 filetes gruesos de manera que de las 4 pechugas nos salgan 8 filetes.
Poner el caldo al fuego y cuando empieza a hervir añadirle los filetes de pechuga dejando cocer 6-8 minutos. Sacar del caldo y dejar enfriar.
Preparar la bechamel rehogando la harina en la mantequilla unos minutos, añadir de una vez la leche caliente, batir enérgicamente para que no queden grumos y bajar el fuego dejando hervir unos 6 minutos removiendo. Añadir la nuez moscada, la pimienta y la sal, hervir 2 minutos más. Dejar templar.
Sumergir los filetes en la bechamel de uno en uno, dándoles la vuelta para que se cubran bien con la bechamel y poner sobre una bandeja. Extender 2 cucharadas más de bechamel en la superficie de cada filete y dejar enfriar en la nevera unas 2 horas.
Pasar por harina, después por huevo y finalmente por pan rallado.
En este punto, si no se van a consumir en el momento, se pueden congelar para otro momento. Descongelando con antelación.
Freír en abundante aceite caliente por ambas caras hasta que estén dorados. Poner sobre papel de cocina para eliminar el exceso de aceite.