Se dice que para que un niño empiece a apreciar nuevos sabores debe probarlos por lo menos 10 veces. En el caso del pescado me temo que eso no funciona y lo digo por experiencia porque yo era la típica niña difícil para comer y muy reacia a probar cosas nuevas.
En realidad el pescado me empezó a gustar cuando tuve mi propia familia, por aquello de dar ejemplo. Para eso hay que aplicar una de las principales reglas del marketing: no puedes vender bien algo que no te gusta.
Así que descarté todos los platos de pescado que no me gustaban (casi todos) y además me traían malos recuerdos del tipo "no te levantas de la mesa hasta que te lo acabes"... y me compré libros de cocina, a ver si entre todo aquello había algo decente. Y lo había, y mucho.
Y aquí estamos, haciendo un blog de cocina, jajaja, las vueltas que da la vida...
Ingredientes:
- 800 gr.de perca u otro pescado que os guste, en filetes y sin espinas.
- 1 cebolla
- 3 dientes de ajo
- 1 cucharadita de pimentón de la vera
- 4 cucharadas de tomate triturado
- 1 chorrito de vino blanco
- pimientos morrones (3 latas pequeñas de 80 gr.)
- aceite de oliva virgen extra
- perejil picado
- 1 hoja de laurel
- sal y una pizca de azúcar
Elaboración:
1. En una cazuela grande donde luego quepa todo el pescado, pochamos la cebolla y los dientes de ajo picados en un poco de aceite de oliva.
2. Cuando la cebolla esté transparente añadimos el pimentón y removemos.
3. Agregamos el tomate, sazonamos con sal y una pizca de azúcar.
4. Añadimos un chorrito de vino blanco y los pimientos en tiras. Bajamos el fuego y dejamos que se haga unos 20 minutos. Hay que vigilar que no se quede seco, y si necesita le añadimos un poco de agua.
5. Cuando ha pasado ese tiempo sazonamos los trozos de pescado por los dos lados y los añadimos a la cazuela. La perca se hará en unos 10-12 minutos a fuego medio. Para que se haga bien hacemos movimientos de vaivén con la cazuela, así no tenemos que darle la vuelta para que no se rompa porque el pescado siempre es un poco delicado.
¡Hasta mañana!