Hace poco, estando echando un vistazo en Facebook, una foto llamó mi atención y al momento vinieron a mi mente recuerdos de aquellos veranos de mi infancia en La Palma del Condado en Huelva. Mi familia paterna vivía y vive allí y cada año cuando volvíamos de vacaciones mi abuela y tía nos esperaban con unas pastas muy parecidas a éstas perrunillas que mis hermanos y yo, devorábamos con mucho gusto.
Se me ocurrió comentar ésto y al momento, Maria J. García Juez tuvo el detalle de mandarme el enlace Los dulces de mi vida de ésta receta, es la primera vez que las hago y no será la última, porque aunque no son exactamente como las que nos tenían preparadas en casa de mi abuela, se parecen bastante.
Ingredientes:
250 g. Manteca de cerdo
150 g. Azúcar
2 Huevos
25 ml. Anís
La ralladura de un limón
1 Cucharita de canela molida
500 g. Harina
1 Cucharita de bicarbonato
Elaboración:
Ponemos la manteca a temperatura ambiente unas horas antes para poder manipularla. La ponemos en un bol y comenzamos a trabajarla con las manos.
Añadimos las yemas de los huevos y continuamos amasando con las manos hasta que estén bien integrados. Agregamos entonces el azúcar, la ralladura, la canela, y el anís, y continuamos removiendo hasta que este todo bien integrado.
Agregamos la harina poco a poco a la que habremos añadido previamente el bicarbonato y amasamos hasta conseguir una masa homogénea y nada pegajosa. Tomamos pequeñas porciones, le damos forma de bola y a continuación de croqueta. Reservamos.
Ponemos las claras en un plato y las batimos a punto de nieve y en otro plato agregamos azúcar. Colocamos la masa en forma de croqueta sobre la clara y a continuación sobre el azúcar y presionamos para aplastarlas y darlas esa forma ovalada característica y ese punto crujiente al morder.
Colocamos en una bandeja de horno dejando un poco de distancia entre ellas, ya que crecerán según se vayan cocina. Hornear a 180º hasta que empiecen a dorarse. Sacamos y dejamos enfriar sin intentar manipularlas, ya que según salen del horno están blandas y se romperían, endurecen al enfriar.