Todavía con la resaca, especialmente estomacal, de las Navidades, necesito comiditas ligeras y sencillas. Que sí, que sí, que el queso es ligeroooo. Lo que podemos hacer es cuidar las raciones y acompañar los platos con ensaladas, en vez de patatas fritas que te veo. De todas formas, es que el cuerpo, por lo menos a mí, me lo pide. Y lo que más me gusta es hacer cosas que entren por los ojos, parece que satisface más. También a la hora de comer. A mí me cuesta cuando como sola, pero tenemos que mimarnos y tratarnos bien y, la comida, es una de las mejores maneras y de las más importantes.
Ingredientes masa:
300 gr de harina integral
20 gr de levadura prensada
200 ml de agua tibia
2 cucharadas de aceite de oliva
1 cucharadita de sal
Ingredientes topping:
150 gr de tomates cherry
150 gr de mozzarella rallada
2 cucharadas de azúcar
aceite de oliva
orégano seco o fresco
sal Preparación:
Primero diluimos la levadura en el agua tibia para activarla.
En un cuenco grande echamos la harina en forma de volcán con un hueco en su interior. En medio vertemos el agua con la levadura, la sal y el aceite y mezclamos con una cuchara de madera.
Después trabajamos durante cinco minutos la masa con las manos hasta que estén todos los ingredientes ligados.
Dejamos reposar la masa en un bol untado con un poco de aceite y cubierto con un trapo húmedo o film transparente. Ahora debe reposar 1 hora cerca de una fuente de calor. En invierno puede ser cerca de un radiador y en verano cerca del horno precalentado y apagado. En esta hora la masa dobla su volumen.
Extendemos bien la masa para que quede muy fina y la colocamos en un molde redondo engrasado.
Metemos en el horno precalentado a 200ºC durante 8 minutos.
Mientras tanto, en una sartén ponemos un chorrito de aceite de oliva y añadimos los tomatitos con las dos cucharadas de azúcar, pimienta molida y un pellizco de sal. Dejamos durante 10-15 minutos moviendo la sartén de vez en cuando para que se glaseen por toda las superficie.
Sobre la masa distribuimos la mozzarella rallada y, por encima, los tomatitos. Espolvoreamos orégano y añadimos un chorrito de aceite de oliva.
Horneamos a 200ºC durante 12 minutos o hasta que la masa esté dorada.
Truqui: a la hora de servir se puede poner por encima jamón serrano o ibérico