En casa nos encanta el pollo y por lo menos una vez por semana comemos. Esta vez toco al horno, y como era para cenar, pasé de ponerle las típicas patatas, que tardan bastante en hacerse. Me decanté por la cebolla y los champiñones, dos ingredientes que también nos gustan mucho.
Ingredientes:
1 cuarto trasero de pollo por persona
1 cebolla grande
1 bandeja de champiñones
Romero
Tomillo
Ajo en polvo
Manteca de cerdo
1 chorrito de vino blanco
Preparación:
Limpiamos bien el pollo, quitándole las plumitas que le puedan quedar, lo pincelamos con manteca de cerdo y salpimentamos, además, le echamos el romero, el tomillo y el ajo en polvo por encima.
Cortamos la cebolla no muy fina, porque si no se quema en seguida, igual que los champiñones.
Engrasamos la bandeja de horno o una de pyrex (como es mi caso) con más manteca de cerdo, ponemos el lecho de cebolla y champiñones y encima el pollo. Le echamos el chorrito de vino por encima, y un vaso de agua y lo metemos en el horno, ya caliente a unos 175º, hasta que el pollo esté hecho.
Notas:
De vez en cuando hay que ir abriendo el horno para bañar el pollo con el juguito que va soltando y el vino. Si fuera necesario añadirle más agua, y un poquito de sal, para que las verduras no se queden sosas.