8 muslos de pollo con hueso y piel y 3 o 4 cortes transversales
5 dientes de ajo prensados
15 grs de hojas de orégano fresco, y un poco mas para servir
3 cucharadas de vinagre de vino tinto
3 cucharadas de aceite de oliva
100 grs de aceitunas verdes deshuesadas
60 grs de alcaparras y 2 cucharadas de la salmuera
120 grs de dátiles de Medjool, deshuesados y cortados en cuartos a lo largo
2 hojas de laurel
120 ml de vino blanco seco
1 cucharada de melaza de dátiles o miel de caña
sal y pimienta negra
Elaboración:
Ponemos el pollo en una fuente grande de acero inoxidable o cristal y añadimos todos los ingredientes de la marinada salvo el vino y la melaza de dátiles, así como una cucharadita de sal y una buena pizca de pimienta negra. Mezclamos todo con delicadeza, cubrimos la fuente y dejamos macerar en la nevera durante uno o dos días, removiendo de vez en cuando.
También se puede cocinar sin macerar si andamos justos de tiempo. En ese caso salpimentamos el pollo frotando bien la piel antes de incorporar el resto de los ingredientes de la marinada.
Precalentamos el horno a 180º con el ventilador en marcha.
En una bandeja refractaria mediana y profunda, disponemos los muslos de pollo junto con los demás ingredientes de la marinada. Mezclamos el vino con la melaza de dátiles y vertemos sobre la carne. Horneamos el pollo durante 50 minutos, regando dos o tres veces durante la cocción, hasta que esté dorado por arriba y bien hecho por dentro.
Sacamos del horno, pasamos a una fuente grande, esparcemos por encima un puñado de hojas de orégano, y servimos.