2 ramitas de romero fresco
4 medias pechugas de pollo deshuesadas y sin piel
100 grs de queso de cabra
8 lonchas de beicon curado
3 cucharadas de aceite de oliva
4 tomates maduros grandes
1 diente de ajo
100 grs de rúcula
1/2 limón
sal y pimienta
Elaboración:
Precalentamos el horno a 200º. Picamos las hojas de romero muy finas. Colocamos el pollo sobre la tabla de cocina. Trazamos un pequeño corte en la parte más gruesa del pollo con un cuchillo pequeño afilado. Giramos el cuchillo en el interior para formar un saquito. Introducimos el queso con una cuchara ( nos ayudamos con los dedos) y lo cerramos lo mejor que podamos.
Salpimentamos el pollo y esparcemos la mitad del romero. Envolvemos cada trozo de pollo con 2 lonchas de beicon y las apretamos bien intentando que no queden los extremos sueltos.
Ponemos a calentar una cazuela plana a fuego vivo e incorporamos el aceite. Esperamos unos 30 segundos antes de añadir el pollo. Mantenemos durante 2 minutos por cada lado, hasta que el beicon comience a dorarse.
Mientras tanto cortamos los tomates en rodajas y la cebolla en aros finos. Agregamos los tomates a la cazuela y esparcemos por encima el ajo y el resto del romero. Salpimentamos. Rociamos con media cucharada de aceite de oliva. Introducimos en el horno 25 minutos.
Retiramos la cazuela del horno. Dejamos reposar un par de minutos. El pollo estará bañado en una deliciosa salsa con sabor a tomate.
Ponemos la rúcula en un bol grande. Exprimimos encima el limón y vertemos el aceite de oliva restante. Sazonamos con sal y pimienta.
Servimos el pollo con la ensalada. Rociamos cada plato con el jugo de cocción de la cazuela.
Fuente: este post proviene de Hoy merendamos con Isabel, donde puedes consultar el contenido original.
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