Hoy hace calor en Valencia así que he aprovechado para sacar unos polos que llevaban 2 semanas en el congelador. Definitivamente hoy no enciendo el horno, hace tiempo de algo fresquito y mis hijas están encantadas con su merienda de hoy. Os aseguro que no tiene nada que ver con el sabor de los polos comerciales. Si los hacéis en casa os pasará como con los helados, ya nunca más los compraréis.
Para la receta de hoy sólo necesitáis agua, azúcar y zumos de frutas naturales al gusto. No hacen falta moldes especiales, podéis utilizar unos vasos de plástico, unos envases de Petit Suisse o de yogures y una cucharilla como palo. Yo los he hecho con un molde de 6 polos de la cocinita de mis hijas que tienen una capacidad de sólo 30 ml cada polo. Cada polo contenía 20 ml de zumos de frutas variados y 10 ml de almíbar, separados por colores. Si vuestro molde es más grande simplemente duplicar o triplicar las cantidades. La proporción es 2:1, el doble de zumo que de almíbar para que os sea más fácil de calcular. También utilicé otros moldes de silicona tipo Calippo que compré en Ikea para el zumo que me sobró.
Ya había visto estos polos de colores en Pinterest pero no los recordaba hasta que abrí el libro de Polos y helados de Sandra Mangas y pensé, “este verano los hago sí o sí”. Si no tenéis su libro podéis encontrar su receta aquí.
Lo primero que tenemos que hacer es un almíbar, podéis ver aquí la receta del almíbar básico que suelo utilizar para emborrachar bizcochos. Las frutas que necesitáis son en puñados pequeños porque pondremos un poco de cada pero en pequeñas cantidades. Yo he hecho el zumo con la licuadora. Se ha de mezclar cada zumo con una pequeña cantidad de almíbar para que quede un poco más dulce. Si os gusta aún más natural podéis hacerlo sólo de zumo, pero no quedará tan “grueso” quedará más líquido.
Polos de colores de zumo caseros
INGREDIENTES:
– Zumo natural de frutas variadas como fresa, naranja, kiwi, mora, frambuesa (en mi caso 120 ml de zumos variados en total)
– Almíbar (en mi caso 60 ml)
Almíbar
– 100 grs. de azúcar
– 100 ml. de agua
Primero preparamos nuestros moldes poniendo marcas para que más o menos pongamos la misma cantidad de cada color y quede más bonito. Luego hacemos el almíbar. Calentamos el azúcar con el agua y llevamos a ebullición, cuando hierva le bajamos el fuego y dejamos 2 minutos más para que coja consistencia y el líquido obtenido sea “grueso”. Dejamos que el almíbar se enfríe y mientras preparamos zumos de colores variados con la ayuda de una licuadora o similar. Mezclamos cada zumo por separado con el sirope en proporción 2:1, es decir, el doble de zumo que de almíbar.
Rellenamos una primera capa de los moldes con un color, metemos en el congelador y dejamos que se congele (al menos 1h, según el grosor de la capa). Pasado este tiempo sacamos del congelador y rellenamos con otro color, volvemos a congelar 1h y así sucesivamente hasta que hayamos utilizado todos los colores. Cuando hayáis puesto la segunda capa es el momento de introducir en el molde el palito o cucharilla, lo podéis sujetar con un poco de papel film como en la foto. En mi caso seguí este orden:
1º Fresa
2º Naranja
3º Kiwi
3º Mora
4º Frambuesa
Pero vosotros lo podéis hacer cómo más os guste incluso bicolor sólo, echadle imaginación y buscar colores que combinen bien. Ya vis que son bien sencillos, no necesitáis moldes especiales, podéis hacerlos del tamaño que queráis. Quedan de lo más lucidores, su sabor es natural, espectacular, sin colorantes. Harán las delicias de los más peques de la casa.
Para desmoldarlos sacar del congelador 5 minutos antes y mojar un poco el plástico o silicona bajo el grifo, tened paciencia porque si lo intentáis sacar demasiado pronto se os romperá. El que avisa no es traidor.
SI TENÉIS ALGUNA DUDA, SI OS HA GUSTADO LA RECETA, DADLE AL ME GUSTA, COMPARTID O DEJAD UN COMENTARIO. GRACIAS POR LEER MI BLOG Y HASTA LA PRÓXIMA ENTRADA. PATRI.